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| Cartel del documental "La Sima de Jinámar" |
Redacción
Esta tarde, a las 20.30 horas, en la Casa Museo Orlando Hernández de Agüimes tendrá lugar la proyección de "La Sima del Olvido", un documental autogestionado de Juan José Monzón sobre el singular cono volcánico de 80 metros de profundidad en el sector de Jinámar y por el que las llamadas Brigadas del Amanecer (falangistas, guardias civiles, policías o militares) despeñaron a decenas de represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
La cinta muestra un visión poliédrica de este desconocido lugar de exterminio franquista, a partir del Golpe de Estado de 1936, aportando el testimonio de más de 20 entrevistados, entre los que figuran familiares de desaparecidos, historiadores, bioarqueólogos, espeleólogos, genetistas, periodistas, escritores, ecologistas y técnicos del Cabildo de Gran Canaria.
A partir del 18 de julio de 1936 comienza en Canarias un proceso represivo de dimensiones inimaginables en el que miles de personas son detenidas y cientos de ellas desaparecidas. Muchas de ellas irían a parar al fondo del temible agujero del horror de la Sima de Jinámar, un enclave que pertenece a la cadena de volcanes de la zona que se configura en tres pozos, y donde eran arrojados los republicanos o personas que no compartían el ideario del Régimen.
"La Sima de Jinámar", cuya grabación finalizó el pasado mes de septiembre, supone "un antes y un después en la lucha por la memoria democrática en Canarias y todo el estado español. Ese lugar de exterminio, señala el Presidente de la Asociación Canaria de Víctimas del Franquismo, Francisco González, ese agujero del horror se abre en canal en este documental de Juan José Monzón. Sus muertos, los asesinados por el fascismo, salen de la oscuridad, de las piedras frías, de la cal viva, de los escombros, de los residuos y levantan la mano para decirnos que exigen dignidad".
Asimismo, el trabajo muestra una realidad oculta premeditadamente por el Estado, por la oligarquía isleña, por los causantes del genocidio y sus herederos actuales y hace justicia, repara, enseña y muestra un camino de verdad, de reparación, de memoria desde la pedagogía y el simbolismo de los elementos naturales de nuestra tierra, desde la idiosincracia de nuestro pueblo
