Jorge Luis O.T. y Juan Manuel Q.R., los dos jóvenes que estaban acusados de matar de forma "brutal, inhumana, cruel, despiadada y salvaje" a José Miguel Pulido Mena en una marquesina de guaguas del Cruce de Arinaga la madrugada del 19 al 20 de noviembre de 2004 han sido considerados hoy culpables de un delito de asesinato, con las agravantes de alevosía, ensañamiento y disfraz y la atenuante de ingestión de bebidas alcohólicas y, en el caso de Jorge, de padecer un pequeño brote psicótico, y otro de robo con violencia, por lo que la Fiscalía y la acusación particular piden para ellos 23 años de prisión por el primer delito y cinco más por el segundo, mientras que las letradas de las defensas solicitaron para ellos la pena mínima exigida para cada uno de los dos delitos.El portavoz del jurado leyó un veredicto en el que consideraban probado que la víctima se encontraba en la marquesina de la guagua del Cruce de Arinaga esperando para ir a trabajar cuando los dos imputados se le acercaron, después de ponerse de acuerdo, para exigirle que les entregase todo el dinero que llevaba encima, aprovechándose para ello de la soledad del paraje ya que eran cerca de las 4.00 horas y utilizando además capuchas.
El jurado también entendió probado que José Miguel comenzó a ser agredido después de negarse a darles el dinero, profiriéndole golpes hasta que lo derribaron, consiguiendo robarle dos billetes de diez euros después de llegar a utilizar una piedra y un palo y, posteriormente, propinarle patadas de forma indiscriminada en la cabeza y en la cara, aunque anularon la expresión de "con la intención de acabar con su vida".
Los nueve miembros del jurado entendieron también como probado que ambos se aprovecharon de la indefensión de su víctima ya que estaba tumbado en el suelo casi sin conciencia y debilitado por la multitud de golpes recibidos. Además, consideran igualmente que Jorge Luis y Juan Manuel "disfrutaron con tales hechos aberrantes a tal extremo que comentaron entre ellos que la cabeza le crujía como un juego de la play".
Sin embargo, en la lectura del veredicto se entiende como no probado que Juan Manuel recibiera tratamientos psiquiátricos ni que en la noche de autos consumieran sustancias estupefacientes, aunque sí alcohol, por ejemplo en el caso de Jorge Luis desde que salió de trabajar en la tarde del 19 de noviembre pues celebraba su 18 cumpleaños.
El jurado tampoco entendió probado que Jorge Luis estuviera afectado por un trastorno psicótico delirante que le impidiera discernir el bien del mal, ni que no supiera lo que hacía como consecuencia del alcohol que había consumido.
Además, consideran que la muerte de José Miguel Pulido Mena se produjo como consecuencia de los golpes recibidos, golpes que le provocaron un traumatismo cranoencefálico, entendiendo que son culpables como autores materiales los dos imputados, como también lo son según el veredicto de robarle los veinte euros que llevaban encima usando para ello la violencia.
Los miembros del jurado entienden que los dos acusados mataron a su víctima sin que tuviera oportunidad de defenderse y aumentando deliberada e inhumanamente su sufrimiento, causándole unos padecimientos que no eran necesarios para causarle la muerte.
En base al veredicto del jurado, la Fiscalía, representada en este caso por Antonio Amor, elevó de 20 a 23 los años que solicita por el delito de asesinato y mantuvo los cinco que pedía de inicio por el de robo con violencia, mientras que la acusación particular, ejercida por el letrado Armando Arencibia en nombre de la ex esposa y las dos hijas de la víctima, se adhirió a su petición. La única variación entre ambos estriba en la responsabilidad civil pues el fiscal pide 100.000 euros para la que era compañera sentimental de José Miguel y 40.000 más para cada una de las hijas y su ex esposa mientras que la acusación particular pide un total de 150.000 euros para sus representadas. Por su parte, la defensa pide que se fije la cuantía mínima recogida en el Código Penal por cada uno de los delitos.
Tras la lectura del veredicto, Armando Arencibia se mostraba muy contento y señalaba ante la prensa que el mismo, "mejor, imposible. Se ha recogido todo lo que solicitábamos y las atenuantes se compensan con las agravantes".
El jurado también entendió probado que José Miguel comenzó a ser agredido después de negarse a darles el dinero, profiriéndole golpes hasta que lo derribaron, consiguiendo robarle dos billetes de diez euros después de llegar a utilizar una piedra y un palo y, posteriormente, propinarle patadas de forma indiscriminada en la cabeza y en la cara, aunque anularon la expresión de "con la intención de acabar con su vida".
Los nueve miembros del jurado entendieron también como probado que ambos se aprovecharon de la indefensión de su víctima ya que estaba tumbado en el suelo casi sin conciencia y debilitado por la multitud de golpes recibidos. Además, consideran igualmente que Jorge Luis y Juan Manuel "disfrutaron con tales hechos aberrantes a tal extremo que comentaron entre ellos que la cabeza le crujía como un juego de la play".
Sin embargo, en la lectura del veredicto se entiende como no probado que Juan Manuel recibiera tratamientos psiquiátricos ni que en la noche de autos consumieran sustancias estupefacientes, aunque sí alcohol, por ejemplo en el caso de Jorge Luis desde que salió de trabajar en la tarde del 19 de noviembre pues celebraba su 18 cumpleaños.
El jurado tampoco entendió probado que Jorge Luis estuviera afectado por un trastorno psicótico delirante que le impidiera discernir el bien del mal, ni que no supiera lo que hacía como consecuencia del alcohol que había consumido.
Además, consideran que la muerte de José Miguel Pulido Mena se produjo como consecuencia de los golpes recibidos, golpes que le provocaron un traumatismo cranoencefálico, entendiendo que son culpables como autores materiales los dos imputados, como también lo son según el veredicto de robarle los veinte euros que llevaban encima usando para ello la violencia.
Los miembros del jurado entienden que los dos acusados mataron a su víctima sin que tuviera oportunidad de defenderse y aumentando deliberada e inhumanamente su sufrimiento, causándole unos padecimientos que no eran necesarios para causarle la muerte.
En base al veredicto del jurado, la Fiscalía, representada en este caso por Antonio Amor, elevó de 20 a 23 los años que solicita por el delito de asesinato y mantuvo los cinco que pedía de inicio por el de robo con violencia, mientras que la acusación particular, ejercida por el letrado Armando Arencibia en nombre de la ex esposa y las dos hijas de la víctima, se adhirió a su petición. La única variación entre ambos estriba en la responsabilidad civil pues el fiscal pide 100.000 euros para la que era compañera sentimental de José Miguel y 40.000 más para cada una de las hijas y su ex esposa mientras que la acusación particular pide un total de 150.000 euros para sus representadas. Por su parte, la defensa pide que se fije la cuantía mínima recogida en el Código Penal por cada uno de los delitos.
Tras la lectura del veredicto, Armando Arencibia se mostraba muy contento y señalaba ante la prensa que el mismo, "mejor, imposible. Se ha recogido todo lo que solicitábamos y las atenuantes se compensan con las agravantes".
Fotografía: Los dos acusados, Jorge Luis, delante y Juan Manuel, detrás, escuchan el veredicto del jurado.
Fuente: Acfi Press.