12 de marzo de 2010

El juez absuelve al vecino del Cruce de Arinaga que llamó pidiendo un rescate por Yéremi Vargas

Viernes, 12 de marzo.

La Provincia
El Juzgado de los Penal 6 de capital grancanaria ha absuelto al vecino del Cruce de Arinaga que fue enjuiciado a finales del pasado año, por llamar a una operadora del Centro de Coordinación y Emergencias (Cecoes) 1-1-2, para pedir "un millón de pesetas" a cambio de Yéremi Vargas. La llamada se realizó el 16 de marzo de 2.007, apenas seis días después de la desaparición del niño en Vecindario, pero el juez considera que la acción de José Miguel Pérez Fulgencio no es constitutiva del delito de extorsión por el que ha sido juzgado.
El magistrado considera probado que la llamada se produjo, incluso tacha el comportamiento de Pérez Fulgencio de "reprobable en el orden ético y social", pues su actuación fue "vil, deleznable y cruel". El propio acusado admitió su fechoría en la vista oral. "Quiero un millón de pesetas por Yéremi", reconoció ante la autoridad judicial. Luego añadió que se trataba de una "broma" para tratar de "atenuar la gravedad de su comportamiento", según recoge la sentencia.
Tanto la madre del niño, Ithaisa Suárez (en la imagen), como su ex pareja declararon en el juicio y reclamaron, a través de su abogado, ocho meses de prisión, al tiempo que el fiscal solicitó la absolución, entre otros motivos, porque el delito de extorsión requiere violencia o intimidación, y el acusado ni siquiera contactó con los progenitores.
La sentencia coincide con los argumentos desplegados por la Fiscalía Provincial de Las Palmas. En ese sentido, el juez concluye que no ha existido "una conducta intimidatoria directa ni indirecta" sobre los padres de Yéremi, pues la llamada no escondía "una verdadera intención de infundir temor o amedrentar a la víctima para obtener un provecho económico de ello". Además, el delito de extorsión precisa cierta colaboración del afectado, es decir, que se ceda ante la presión del chantaje, extremo que tampoco ocurrió.
José Miguel Pérez Fulgencio, de 31 años, tiene antecedentes penales. Arrastra tres condenas por sendos robos con fuerza y, ahora, ha quedado demostrado que llamó desde su teléfono móvil para pedir un falso rescate por el niño, pero esa acción no es merecedora de reproche penal alguno.