Unos 50 turistas se apuntaron, el jueves, a un trayecto que les sacó de las tradicionales zona de ocio playero y del despiporre de los actos del Gay Pride, para ir al interior de Gran Canaria, con una visita que tuvo parada y fonda en un restaurante del Barranco de Guayadeque y su posterior paseo por Agüimes, donde anduvieron por el casco histórico.
El viaje en guagua, uno de los actos complementarios de una semana dedicada al derecho a la identidad y libertad sexuales, les resultó a sus participantes una experiencia curiosa.
El cambio de paisaje, de la arena y el mar a un barranco con una vegetación agreste y vistosa, sorprendió a Bobbi King y su amiga Janet, dos norteamericanas que han venido a pasarse unos días aprovechando los actos del Orgullo Gay y que se quedaron encantadas de un paisaje extraño para ellas.
A Andreas, un noruego jubilado que había venido dos veces a la isla, le ha gustado tanto que, desde diciembre de 2009, reside en Playa del Inglés y estará al menos dos años. Jacky Donovan, una inglesa de Newcastle, que es masajista y ama sadomaso, vino el año pasado y también ha decidido quedarse, pero para siempre "porque me gustan mucho las Dunas, Maspalomas y la gente de aquí", valores que también destacaron Bobbi, Janet y Andreas, que añadieron el clima, la cultura y la comida.
Y fue la comida, con las papas arrugadas, el jamón, el "excelente queso canario", los tomates aliñados, el mojo y el alioli, el otro gran argumento para que estos visitantes decidan repetir la experiencia en otras ocasiones.
Hoy les espera, a quienes quieran participar, el desfile del Orgullo Gay por las calles de Maspalomas, una parada que Jacky Donovan cataloga, sin ningún tipo de dudas, como la mejor de Europa.
Fotografía: Algunos de los turistas participantes en la excursión, en Guayadeque.