
Las hortalizas que se cultivan en las medianías del Sureste de Gran Canaria son las primeras afectadas por la ola de calor que hemos sufrido esta semana, con temperaturas que no han bajado, en tres días, de los 32º.
Los agricultores, resignados, han triplicado la cantidad de agua diaria a sus cultivos, pero aún así, la ola de calor ha podido con ellos. Varias hectáreas han pasado del verde al color quemado por el sol en apenas tres días de fuerte calima.
Luis Sánchez López, ingeniero agrícola del Ayuntamiento de Agüimes, asegura que "a esto nunca se acostumbra el agricultor, y eso que pasa un par de veces al año; aún así, una ola de calor siempre supone algo muy negativo para la agricultura. Si se mantiene esta situación durante mucho tiempo nos quedaremos sin cultivos, sobre todo sin hortalizas, ya que tienen menos capacidad de reacción si no se riegan con frecuencia".
Fotografía: Imagen de archivo de Temisas.