
Canarias7
A pesar de que es todo un campeón del mundo, a Héctor Santana Sánchez no le invitarán a hacer el saque de honor en un encuentro de la Unión Deportiva o del CB Gran Canaria. A sus 18 años lo que le gusta es competir, nadar, y lo hace muy bien. Acaba de ganar dos medallas (oro y bronce) en el Mundial para deportistas afectados por el Síndrome de Down.
A Héctor Santana (Agüimes, 1992), las dos medallas logradas en el reciente Mundial de Taiwán le parecen "algo alucinante", según manifestó el martes por teléfono, sobre todo, dijo, porque tenía "mucha competencia". Fue difícil, explicó, pero cundió el trabajo que realiza día a día en su club, el CN Salinas de Vecindario, bajo la dirección de su entrenador Pablo Medina.
Héctor vive con sus padres, Paco Santana y Paqui Sánchez, y su hermana Cinthia, en Agüimes, en el barrio de La Banda. Su discapacidad no le impide valerse por sí mismo, de hecho va al instituto solo y ahora inicia los estudios de formación profesional en la especialidad de Administración en Las Huesas.
Paco Santana sí acompañó a su hijo a Taipei (Taiwán) donde nadó en seis pruebas. Logró el campeonato del mundo en 50 mariposa, además del bronce en los 100 metros. Su progresión es muy buena, de hecho fue campeón mundial júnior hace dos años, pero en 100 braza. Su padre explica que el peor estilo que se le da a Héctor es la espalda. En ello trabaja ahora de forma especial ya que la idea es que el deportista grancanario pueda nadar pronto las pruebas de estilo.
El nadador del CN Salinas, que fue designado este año por el Cabildo de Gran Canaria como mejor deportista discapacitado de la isla, ha rubricado con sus éxitos en el Mundial una gran temporada, con varias medallas en los campeonatos de España (3) y de Europa (4).
Paco Santana y Paqui Sánchez, los padres de Héctor, aprovecharon ayer la ocasión para agradecer de forma pública las ayudas que reciben para que su hijo pueda viajar y competir, "si no sería imposible para una familia de trabajadores", aclaran.
Así, destacaron el apoyo por parte de la Comarca del Sureste (los ayuntamientos de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía), además del Gobierno de Canarias y del propio Cabildo de Gran Canaria.
A Héctor Santana (Agüimes, 1992), las dos medallas logradas en el reciente Mundial de Taiwán le parecen "algo alucinante", según manifestó el martes por teléfono, sobre todo, dijo, porque tenía "mucha competencia". Fue difícil, explicó, pero cundió el trabajo que realiza día a día en su club, el CN Salinas de Vecindario, bajo la dirección de su entrenador Pablo Medina.
Héctor vive con sus padres, Paco Santana y Paqui Sánchez, y su hermana Cinthia, en Agüimes, en el barrio de La Banda. Su discapacidad no le impide valerse por sí mismo, de hecho va al instituto solo y ahora inicia los estudios de formación profesional en la especialidad de Administración en Las Huesas.
Paco Santana sí acompañó a su hijo a Taipei (Taiwán) donde nadó en seis pruebas. Logró el campeonato del mundo en 50 mariposa, además del bronce en los 100 metros. Su progresión es muy buena, de hecho fue campeón mundial júnior hace dos años, pero en 100 braza. Su padre explica que el peor estilo que se le da a Héctor es la espalda. En ello trabaja ahora de forma especial ya que la idea es que el deportista grancanario pueda nadar pronto las pruebas de estilo.
El nadador del CN Salinas, que fue designado este año por el Cabildo de Gran Canaria como mejor deportista discapacitado de la isla, ha rubricado con sus éxitos en el Mundial una gran temporada, con varias medallas en los campeonatos de España (3) y de Europa (4).
Paco Santana y Paqui Sánchez, los padres de Héctor, aprovecharon ayer la ocasión para agradecer de forma pública las ayudas que reciben para que su hijo pueda viajar y competir, "si no sería imposible para una familia de trabajadores", aclaran.
Así, destacaron el apoyo por parte de la Comarca del Sureste (los ayuntamientos de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía), además del Gobierno de Canarias y del propio Cabildo de Gran Canaria.