17 de mayo de 2011

El IES Playa de Arinaga denuncia la poca fiabilidad y precariedad de las pruebas de diagnóstico de 2ºESO

Martes, 17 de mayo.

Bernardino Ruiz*
El profesorado del IES Playa de Arinaga lleva años implicado en los procesos de mejora e innovación educativa. Sabemos que la evaluación es una pieza clave de dichos procesos, porque nos permite comprender dónde estamos, cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestro centro y detectar amenazas y oportunidades para ofrecer más y mejor educación. También sabemos, que para que la evaluación juegue su papel ha de cumplir ciertas condiciones mínimas que de no darse comprometen gravemente los diagnósticos que de ella se derivan y, en consecuencia, las decisiones necesarias para mejorar.
Los centros educativos estamos realizando evaluaciones internas habitualmente: evaluamos, trimestralmente, el aprendizaje y el nivel competencial del alumnado, las adaptaciones curriculares, el desarrollo de los procesos de educativos y, anualmente, realizamos una evaluación completa de la marcha del centro y de la Programación General, cuyas conclusiones se reflejan en una Memoria Anual que se remite a la administración a través de la Inspección Educativa. Estas evaluaciones nos permiten realizar comparaciones “internas” entre grupos y cursos académicos, detectar dificultades, reorientar estrategias y planificar nuevas tareas y objetivos.
Estas evaluaciones “internas”, se han de complementar con una seria y rigurosa “evaluación externa” que nos aporte datos fiables de nuestras fortalezas y debilidades, en condiciones tales que permitan la comparación objetiva entre los centros educativos y sus contextos: instrumentos exactamente iguales para todos los centros, construidos con rigor técnico para que midan lo que se pretende medir, aplicadas por agentes externos debidamente entrenados para seguir protocolos idénticos e impedir interferencias de agentes interesados y corregidas por agentes externos que aseguren la imparcialidad en los procesos. Así se desarrollaban hace unos años, dirigidas por el Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa (ICEC): eran efectuadas por personal especializado contratado al efecto que garantizaba unas condiciones básicas de fiabilidad e imparcialidad.
Ninguno de estos requisitos se dan en la aplicación de la Evaluación de Diagnóstico de 2º ESO que ha puesto en marcha la Consejería de Educación de Canarias este curso. Las instrucciones contemplan que dichas pruebas sean aplicadas y corregidas por el profesorado de los propios centros, sin las garantías de imparcialidad que la aplicación de este tipo de pruebas externas requeriría. Coloca al profesorado en una situación comprometida en la que se ve obligado a actuar como juez y como parte, ya que la puntuación que su centro obtenga dependerá en alguna medida de su “rigor” o “generosidad” en los procesos de aplicación y corrección. Esto puede llevar a que los centros con profesorado más responsable y riguroso acaben obteniendo peor puntuación que aquellos que practiquen una política de “ayudas” más o menos sutiles o más o menos abiertas, en el proceso de aplicación y corrección. En este sentido, no sería de extrañar que en cierto tipo de centros especialmente interesados en su “imagen pública”, se fomente de forma más o menos explícita la “generosidad o flexibilidad” en la aplicación. En definitiva, asistimos a un proceso que, además de exigir un sobreesfuerzo del profesorado y de la comunidad educativa en la recta final del curso, nos puede conducir a un autoengaño colectivo, ya que los datos obtenidos pueden ser, como mínimo, cuestionables.
Porque la evaluación externa es importante, porque es delicada y costosa, tanto a nivel de recursos económicos como humanos, debería realizarse en unas condiciones tales que justifiquen el esfuerzo realizado y aseguren la fiabilidad y relevancia de sus resultados.
Por todo ello, el Claustro del IES Playa de Arinaga reclama a la Consejería de Educación una evaluación de diagnóstico rigurosa y responsable que, mediante el empleo de personal externo, debidamente entrenado para la aplicación y corrección de las pruebas, asegure adecuadamente la fiabilidad de los resultados y alumbre claves con fundamento para la mejora de la educación.
*Bernardino Ruiz es miembro del Claustro del IES Playa de Arinaga.