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| Foto de familia en Guayadeque |
La Vuelta Cicloturista Internacional Maspalomas–Gran Canaria ha dicho
adiós a su edición de 2012 tras la disputa, en el día de ayer,
de la última etapa, denominada Agüimes-Guayadeque 18º Memorial Antonio
Martín, una jornada de 78 kilómetros con porcentajes máximos del 16% y
calificada de muy alta dificultad.
Un total de 166 cicloturistas tomaron la salida en el Hotel Sandy Beach,
en Playa del Inglés, en Maspalomas, en dirección a Vecindario. Durante
los primeros kilómetros, que transcurrieron paralelos a la costa, el
pelotón rodó a ritmo tranquilo y compacto, disfrutando del momento y de
la excelente temperatura. En las Oficinas Municipales de Santa Lucía de
Tirajana, estaba fijado el inicio de la etapa.
Tras la salida en Vecindario, el grupo se dirigió a Agüimes. La
primera dificultad orográfica de la jornada estaba en el kilómetro 25,
la ascensión al Alto de las Crucitas, una subida corta y no muy exigente
que, sin embargo, estiró de forma notable al pelotón.
Una vez en Agüimes se hizo un mínimo parón para reagrupar a los
ciclistas, ya que el trayecto desde el Centro de Interpretación de
Guayadeque hasta el Alto se realizó de forma abierta siendo el primer
hombre y la primera mujer en llegar los vencedores del Memorial Antonio
Martín.
El primero en alcanzar el Alto de Guayadeque fue el alemán Krzysztof
Skupke, cuarto clasificado el jueves en la Escalada al Pico de Las
Nieves, mientras que su compatriota y compañera de club, Caroline Kopietz,
se llevó el título honorífico de mejor escaladora.
Por su parte, la
organización distinguió con un maillot especial al cicloturista vasco
José Luis Viguri, que lleva 22 participaciones en la vuelta y sus
cánticos son una tradición. Tras el receso y de reponer fuerzas en el
avituallamiento de Guayadeque, los cicloturistas continuaron hasta
Maspalomas con el mismo recorrido que en la ida.
Hubo homenaje al cicloturista cordobés afincado en Sabadell, Antonio
Trujillo, fallecido este año. Sus compañeros de club, que por cierto
lleva su nombre, recogieron una placa en cerámica y un maillot. José
Luis Viguri, amigo de Trujillo, cantó una jota en recuerdo de su
memoria. El acto resultó sencillo pero cargado de una gran emotividad.
