28 de diciembre de 2012

Roque Aguayro denuncia que siguen desmantelando la sanidad pública

Marea blanca por la sanidad pública en Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 28 de diciembre.

Poco a poco. Con la insistencia de la gota de agua del bernegal, nos van desmantelando la sanidad pública, uno de los pilares básicos del Estado de bienestar y del Estado de derecho. Los recortes y las privatizaciones soterradas o las directas no dejan de sucederse. A los deterioros de las urgencias, las listas de espera, escasez de personal, reducción de los servicios y los medios materiales se van sumando los servicios que van cayendo de las listas de las prestaciones públicas.
El copago o el repago de las medicinas, la entrada en vigor del pago por los transportes sanitarios, prótesis, etc., son las tácticas seguidas por el PP para rematar la privatización de la sanidad pública.
Pero no solo el PP se ha empeñado decididamente en esta estrategia. En Canarias, el Gobierno de CC-PSOE no le va a la zaga. Con la excusa de los ajustes de los presupuestos, la complicidad en propiciar el quebranto de la sanidad pública canaria es total. Al intento de desmantelamiento de la Unidad de Cirugía Cardiovascular Infantil, se suma ahora la desaparición de la Unidad de Desintoxicación de Gran Canaria y el deterioro de los servicios de salud mental.
En medio de una profunda crisis como en la que estamos, los servicios de atención a las drogodependencias son básicos. A partir del uno de enero se echa el cierre a la Unidad de Conductas Adictivas que ve como, en estos momentos, aumenta peligrosamente el consumo de la cocaína y la heroína y está en alza el “cristal”. Pero el servicio se desmantela y miles de personas usuarias quedarán sin atención con los deterioros sociales y físicos que eso acarrea.
En cuanto a la salud mental, los profesionales del sector acusan a la consejería de sanidad canaria de retrotraer el área a los años ochenta.
La sanidad canaria está en la actualidad a la cola del Estado español, por lo que su situación es aún más grave que la del resto del Estado. 
Roque Aguayro demanda la continuidad de estos servicios y reivindica una sanidad pública, universal y gratuita como hasta ahora. Como parte sustancial de un sistema democrático de libertades.