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De los nueve suicidios que se producen cada día en España, tres tienen que ver con la situación de desesperación a las que esta crisis, provocada por el capitalismo salvaje, está sometiendo a los hombres y mujeres del país.
El paro, la pobreza y los desahucios son las tres causas principales por las que muchos ciudadanos y ciudadanas deciden quitarse la vida. Se trata de un goteo continuo acallado por los medios de comunicación, pero que pertenece a las más duras de las realidades. A pesar de eso, en los últimos días hemos conocido dos nuevos casos en Málaga y un intento abortado en La Rioja. En ambos casos estaba detrás el grave problema de los desahucios.
Roque Aguayro, que aplaude la decisión adoptada por la Fecam de retirar las cuentas de las ayuntamientos de las entidades bancarias que lancen a una familia de su casa y que, en el Ayuntamiento de Agüimes se haya puesto en marcha una oficina de asesoramiento, con técnicos municipales y voluntarios solidarios con formación especializada, insiste una vez más en demandar que se tomen las medidas adecuadas para garantizar a las familias, con una situación sobrevenida que les impide afrontar el pago de sus deudas con el banco, que se les permita diferir los pagos sin seguir aumentando los intereses y que se arbitre la dación en pago.
Nos parece que las decisiones últimas adoptadas por el PP legislando sobre los desahucios no han sido sino un paripé para acallar las críticas de distintos sectores de la sociedad y frenar la alarma social. No han servido para nada más que eso.
Es absolutamente denunciable, y habrá que exigir responsabilidades políticas y penales por ello, que nos endeudemos hasta el tuétano para pagar la deuda de los bancos y dejemos en la cuneta a miles de familias, sometidas a la explotación criminal de la banca.