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Un joven entra a una Oficina de Empleo en Madrid |
Roque Aguayro
El paro juvenil no deja de aumentar. En estos momentos, las tasas de desempleo juvenil superan el 55%. El 75% de la destrucción de puestos de trabajo durante esta crisis ha afectado a los menores de treinta años. Casi tres millones de inactivos en edad de trabajar tiene menos de 29 años. Según un estudio de la Unesco, España se sitúa a la cabeza en abandono escolar y desempleo juvenil, lo que tildó el presidente del Parlamento europeo de "vergüenza inaceptable".
Nuestros jóvenes no dejan de emigrar. De Canarias se han visto obligados a salir más de 37.000 en los últimos meses. Es una sangría vergonzante. Hemos estado formando a nuestros chicos y chicas para ofrecerlos hoy, en bandeja de plata, como mano de obra barata a muchos países. Las élites políticas y económicas les han frustrado las ilusiones y la esperanza. Como dice la Organización Internacional del Trabajo, "estamos ante una crisis que puede llevar a una generación perdida o muy seriamente marcada".
Estamos ante un fracaso de la democracia. La herencia de una generación que depositó todas sus ilusiones en legarle a sus hijos una democracia frente a la dictadura de Franco se ha hundido de golpe en el peor de los naufragios y hoy estamos frente a unos padres que se saben seguros de estar legando a sus hijos una vida peor que la que ellos tuvieron.
Pues bien, a pesar de todo esto, el PP sigue despreciando a nuestros jóvenes de una manera brutal. En estos días nos hemos enterado, a través de los medios de comunicación, que la Unión Europea ha reprendido enérgicamente al Gobierno español porque retrasó seis meses un plan que facilitaba el empleo a 500 jóvenes españoles al año.
A través del proyecto "Tu primer empleo", del programa Eures, Bruselas ofreció al Estado español casi un millón de euros en mayo de 2012, a cambio de que España aportara un 5%, es decir, 50.000. Pues bien, el plan no se pudo poner en marcha hasta seis meses después, rozando la caducidad, porque el Ministerio de Trabajo no tramitó el expediente.
Una muestra más vergonzante de la preocupación que el PP y el Gobierno español muestran por la gente que peor lo está pasando. Desde luego, la diligencia y el empeño no parecen ser los mismos que los que ponen para salvar a la banca endeudándonos a todos.