14 de marzo de 2013

Colaboración: "El PP y el lobby energético"

Jueves, 14 de marzo.

Sede de la Comisión Nacional de la Energía
Roque Aguayro
Nuestro compañero, y Alcalde de Agüimes, Antonio Morales, escribió un artículo, a mitad de diciembre del año pasado ("Si no sale en la tele..."), en el que denunciaba la connivencia entre los grandes partidos políticos y los lobbys energéticos a la hora de someter a la ciudadanía a sus dictados monopolísticos y de imponer un acoso brutal a las energías renovables. Pues bien, en ese texto, el autor adelantaba que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) andaba investigando a las petroleras españolas y a las que operan en España, por falsear los datos y los precios ante la UE para aumentar las tarifas a los consumidores y engordar más y más sus ganancias.
Tres meses después, la CNE acaba de poner en marcha un expediente informativo a las petroleras por el llamado "efecto lunes" que, como señala Expansión, consiste en que los operadores bajan los precios este día de la semana, cuando la Comisión Europea recoge los datos para las estadísticas, y vuelven a subirlos a partir del martes. En el segundo semestre de 2012, los precios llegaron a caer en más del 70% de los lunes con respecto a los domingos, alcanzando diferencias de hasta tres céntimos de euro por litro.
Como pueden comprobar, estas prácticas trileras suponen para las petroleras ganancias multimillonarias. Probablemente, dentro de unos meses la CNE les impondrán una sanción de unos pocos millones de euros y a otra cosa mariposa. Esta previsible multa apenas les hará cosquillas y, mientras, continuarán con una política de precios a su antojo y con acosos al consumidor, además de seguir empeñados en eliminar la democratización de las energías limpias impidiendo su desarrollo.
Ante el silencio y la permisividad del Gobierno, no en balde los grandes partidos disponen de importantes miembros en los consejos de administración de estas empresas, seguiremos siendo los consumidores los que paguemos las consecuencias de estas peligrosas connivencias que lastran la economía y el desarrollo tecnológico del país, la economía de las familias y la economía de las pymes a las que se les cercena la posibilidad de invertir en renovables.