17 de septiembre de 2013

Lucía Jiménez: "Canarias debe poner en valor la sangre derramada por sus hijos"

Martes, 17 de septiembre.

La Presidenta de Acavite, Lucía Jiménez, en una imagen de archivo
La Presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), la agüimense Lucía Jiménez, recordó la pasada semana que Canarias “sigue siendo la única comunidad que no cuenta con una ley específica” para los afectados por esta lacra y declaró que este archipiélago “debe poner en valor de una vez la sangre derramada por sus hijos”.
Acavite es una asociación que incluye a poco menos de 400 canarios, de los que “cien ya han sido reconocidos como víctimas del terrorismo y otras 289 están en ese proceso”.
De las mismas, la inmensa mayoría fueron golpeados por la violencia desatada por el Frente Polisario en el periodo que transcurre desde 1976 (cuando España abandona el Sahara Occidental) hasta 1985, aunque también los hay de ETA e, incluso, del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (Mpaiac)
Por lo que respecta al reglamento llevado al Consejo de Ministros el pasado día 07 (y en cuya elaboración se escuchó a la propia Acavite, entre otras asociaciones), Jiménez celebró que al fin se impulse, tras más de año y medio de espera, pero contuvo su euforia, ya que “hay que esperar a la letra pequeña”.
A este respecto, la responsable de la asociación destacó que “será cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado cuando sabremos si se recogen o no nuestras revindicaciones, que pasan por la gratuidad escolar (que a su vez obligue a las comunidades autónomas con competencias en Educación), la reserva de vivienda pública o de puestos de trabajo, entre otros asuntos”.
Otra de las cuestiones en las que Jiménez duda es que nada se aclara acerca de “la no prescriptibilidad de los ataques terroristas, ya que si bien beneficia a nuestros asociados que se mantenga la retroactividad ya fijada en la Ley [1 de enero de 1960], esperamos que un estatuto para las víctimas impida que los asesinos eludan la acción de la Justicia al prescribir sus delitos, así como se reconozca nuestro derecho a la Justicia gratuita y a que se amplíe la condición de víctima hasta la segunda línea de consanguinidad”.
 
El objetivo de Acavite es llevar hasta los tribunales los casos que siguen sin resolverse, una característica muy común entre las víctimas canarias del terrorismo por una serie de causas que, sin duda, arrancan por el desinterés de los gobiernos de turno hasta hace pocos años. ¿Y por qué no hay en Canarias esa ley de víctimas del terrorismo? “Nos lo prometieron en 2010; esperemos que cumplan”, concluyó.