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Antonio Vélez, en una imagen de archivo |
La Provincia
"Estamos rodeados de
tantos cantamañanas que la gente se confunde y cree que yo soy uno de
ellos". Antonio Vélez quiere lavar su imagen y dejar claro que, aunque ha
hecho declaraciones desafortunadas, ha pedido disculpas cuando ha sido preciso,
pero su trabajo al frente de la Fecao lo ha desarrollado con mucha dedicación y
esfuerzo.
Por ello, a pesar de que anunció su dimisión el pasado 23 de octubre,
tras las polémicas declaraciones que realizó sobre el escaso papel que tienen
las mujeres en el tejido empresarial canario, sostiene que trece de las catorce
asociaciones que componen la Federación Canaria de Ocio y Restauración no la
han aceptado, sino todo lo contrario. Le han remitido cartas de apoyo
pidiéndole que se quede en su cargo. Sólo reclamó su renuncia la única
asociación de la Fecao en Tenerife, que cuenta con 5 de los 65 votos de la
asamblea, único órgano que puede o no aceptar su dimisión. "Y no ha sido
así", explica. "Ha habido una confusión porque la asociación de
Tenerife usa el nombre de Fecao y, cuando habla el presidente, la gente cree
que es en nombre de la Federación. ¿Alguien ha visto que se pida mi
dimisión en Gran Canaria? Nadie lo ha hecho", recalca.
Vélez, vecino de Cruce de Arinaga, está molesto
con Fecao-Tenerife y, en concreto, con su dirigente José Antonio Santana.
Tanto, que cuando el próximo lunes convoque a la asamblea para el miércoles o
el jueves irá a allí "a escuchar a los presidentes de las asociaciones, pero no a acatar lo que dice solo una isla". Al parecer, Tenerife "no
está conforme con que Gran Canaria tenga más protagonismo y que aquí haya más
iniciativa empresarial", argumenta. "La rivalidad que existe entre
islas parece que se traslada al empresariado", recalca.
Ante ello, anuncia que para
quedarse como Secretario de la Fecao, como le han pedido todas las asociaciones
de la isla, pondrá condiciones y, entre ellas, que la Fecao de Tenerife deje de
llamarse así "para evitar duplicidades", de modo que, cuando haga
manifestaciones, no se entienda que es la Federación quien habla. Por tanto,
"si me dan el apoyo, como está convencido que va a suceder, se la tienen
que comer con papas, sean verdes o maduras", sentencia. Y si deciden
escindirse, pues no pasa nada, señala.
Parece que los miembros grancanarios
de la Fecao han perdonado su desliz sobre las declaraciones de la escasa
representación de las mujeres en la vida empresarial, que hicieron correr ríos
de tinta y la repulsa de diferentes instituciones y colectivos. Cuando dijo que
en el 85% de los casos en que una mujer está al frente de un negocio es porque
el hombre "ha fracasado empresarialmente" y "le pone el negocio
a su señora", hubo una mal interpretación, señala. De hecho, Antonio Vélez sostiene que "trabaja con
mujeres y no es machista". En las que sí "metí la pata", y
lo reconoció disculpándose, es cuando manifestó en febrero, para rechazar el
nudismo en las playas de San Bartolomé de Tirajana, que "las viejas de carnes flácidas o
voluminosas masas" solo inspiran "lástima, burla o repugnancia".
Con todo, tiene claro que quiere seguir al frente de la Fecao para
"devolverle a la sociedad el bienestar social que me ha dado en mi
vida", concluye.