19 de abril de 2014

La Residencia Escolar de Arinaga cumple 50 años

Sábado, 19 de abril.

La Residencia Escolar de Arinaga vista desde la batería militar
La Provincia
En la falda de la batería militar de Arinaga, construida en 1941 para evitar una posible invasión terrestre o aérea y desmantelada en 1970, se levantó en 1963 la gran Residencia de Arinaga para uso de la Sección Femenina de la Falange Española en actividades de fines de semana y de campamentos de verano. La obra la diseñó el arquitecto Manuel de la Peña.
Fue un albergue juvenil que se transformó en residencia escolar, como tantos otros inmuebles en España, por un decreto del 2 de enero de 1969 del Ministerio de Educación y Cultura, que crea cinco plazas de maestros. Tras dicho cambio, el hogar escolar acoge a más de un centenar de niños que vivían en cuarterías o en núcleos alejados de los centros escolares de San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucía, Agüimes e Ingenio.
La primera promoción de escolares, junto a su directora, María del Carmen Betancor, y su vicedirectora, Matilde Barreto Romero, se encontró el pasado 21 de septiembre en el Camping de Playa de Vargas. "Allí hicimos un homenaje a nuestras profesoras y nos reencontramos muchos compañeros y compañeras en un día muy agradable", expresó Eugenio Sánchez, uno de los promotores de la iniciativa.
"Valoramos cuánto bien nos hicieron y cuántos buenos valores nos transmitieron", añadió Sánchez. También María del Pino Marichal recordó "con mucha satisfacción el habernos encontrado tantos niños de la infancia. Fue un encuentro superperfecto", añadió. Ambos reconocieron que no conocían que justo el año pasado la residencia escolar cumplía 50 años de existencia.
Para la primera profesora, y después directora durante 30 años, de 1983 a 2013, Juani Silva, la media de niños de preescolar hasta sexto que acogía el hogar escuela era de 110 a 120 pequeños. Al principio sólo había tres maestros, que vivían en la residencia de lunes a viernes con los escolares, siendo el portero Marcial Viñoly. "Eran niños de procedencia muy humilde y con bastantes valores, que tenían aquí una posibilidad de educación al encontrarse viviendo alejados del colegio", apuntó. "Pese a que en otros lugares estaban divididos por sexo, nuestra residencia siempre fue mixta", agregó.
Asimismo, Juani Silva valoró el cambio que suspuso el hecho de que los residentes salieran a las escuelas de Agüimes a compartir las clases en vez de seguir haciéndolo en la residencia. Fue justo hace 20 años, cuando tal modificación la impulsó el entonces Viceconsejero de Educación, Manuel Hernández Guedes. Desde entonces, los niños, que siguen de lunes a viernes en el hogar, acuden en guagua a los colegios Roque Aguayro y La Viñuela, en Agüimes, Doramas y Beñesmén, en el Cruce de Arinaga, y 20 de Enero en la Playa de Arinaga.
"Para mí fue un reto muy grande, porque nadie quería venir a la residencia porque significaba estar alejada de la familia", expresó Juani Silva. "Pero Elesia Rodríguez y yo hicimos un proyecto educativo común que facilitó mucho el trabajo con los niños, que eran muy cariñosos y agradecidos", agregó.
"Además, la colaboración el Ayuntamiento de Agüimes ha sido muy importante. Yo diría que fuera de lo normal", comentó Silva, que recibió el Premio Viera y Clavijo en 2002.
Por su parte, la Concejala de Educación del Ayuntamiento de Agüimes, Rita Estévez, expresó que "la Residencia de Arinaga da respuesta a niños y niñas de distintos municipios que se integran en los centros de Agüimes. Es una opción educativa y social necesaria para muchos menores, trabajada con extrema coordinación y confianza absoluta en Juani, que era un pilar social. Entregó 30 años de su vida a la residencia sin límites, cosa admirable y digna de tenerse en cuenta. Su saber hacer y honestidad han sido un modelo de trabajo a seguir", destacó.
También la actual directora, Julia Alvarado, en el cargo desde el mes de enero, expresó que el centro acoge ahora a solo 31 niños-as de Telde, de los tres municipios del Sureste y de San Bartolomé de Tirajana. "Es un buen grupo para atenderlos y darle la calidad que necesita, aunque es verdad que hay espacio para más niños-as. Es una suerte para lo chiquillos", señaló.
En cualquier caso, el edificio, al estar cerca del mar y sufrir los vientos alisios, se suele estropear mucho. "Tenía muchos años y se ha ido mejorando en cuanto a la electricidad, la fachada, nuevos ladrillos para contrarrestar la humedad y el cambio de ventanas de madera por otras de aluminio", comentó Silva, que ha sido la persona que más tiempo ha estado como directora del centro.
Además de la acogida de los escolares, la residencia también se usa los fines de semana y veranos para diversas actividades y campamentos. Tras pasar de la Dirección General de Juventud a la Consejería de Educación y Deportes del Gobierno de Canarias en 1995, en el centro se han realizado campamentos de lengua extranjera, el proyecto educativo Hogares Verdes e, incluso ha albergado a los participantes del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes de Agüimes, que se referían a ella como Alcatraz.
Asimismo, representantes de la empresa Narchi estuvieron recientemente visitando las instalaciones para preparar su segundo encuentro de inmersión lingüística del Gobierno de Canarias para la última semana de junio y julio, en el que participarán 300 niños-as. Su portavoz, Asunción Nalda, manifestó que "el local de Arinaga es maravilloso, situado en un lugar ideal, cerca de la playa".