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| Pintada realizada sobre la representación del Hombre de Guayadeque en Morro del Cuervo o Morro Chico |
Cualquier destrucción, alteración o daño que se ocasiones a estos restos implica que perdamos parte de nuestra memoria, de nuestro pasado, de nuestro cultura, pero también que se merme la posibilidad de seguir construyéndonos como sociedad en el presente.
Es Todo Tuyo, una iniciativa de la Unidad de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria para dar a conocer el patrimonio de la isla, ha publicado y denunciado en su página web (www.estotodotuyo.com) que, recientemente, se han cometido dos nuevas agresiones sobre nuestro patrimonio arqueológico.
La primera de ellas, afortunadamente reversible, es la realización de diversas pintadas en una casa prehispánica del asentamiento de Tufia. Es una vivienda intervenida y consolidada en 2013 por encargo del Cabildo de Gran Canaria en el marco de las actuaciones dirigidas a la recuperación pública de este espacio (reparación del vallado, instalación de señalética, mantenimiento, etc.).
El segundo caso es el más grave y el de más difícil recuperación, pues una o varias personas se dedicaron a rayar repetidamente una de las estaciones rupestres más importantes de Gran Canaria: el Morro del Cuervo o Morro Chico, en Agüimes.
Pese a que se trata de un yacimiento en el que abundan grafitos modernos, la mayor parte de ellos habían "respetado" las figuras antropomorfas allí representadas, por lo que, a pesar de las alteraciones, estas manifestaciones no habían perdido todo su protagonismo.
Sin embargo, hace solo unas pocas semanas, alguien decidió grabar nombres y fechas sobre las figuraciones humanas prehispánicas (Hombre de Guayadeque), ocasionando un daño muy grave que ahora se estudia como minimizar.
Vistas las agresiones, se hace difícil pensar que su autor no era consciente del perjuicio ocasionado, lo que hace que sea una acción más dolorosa si cabe.
En uno y otro caso, ya se están buscando las estrategias de recuperación más adecuadas para recuperar cada yacimiento. Pero si algo vuelven a poner de manifiesto estas agresiones, es que es necesario seguir redoblando esfuerzos en la divulgación del patrimonio arqueológico, en poner al alcance de la ciudadanía el valor de este legado para, de este modo, garantizar su aprecio y conservación.
