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Artill ante el cuadro "Nuestra Señora de la Candelaria" (Foto: Y. Socorro) |
La Provincia
José
Luis Artiles González, (Agüimes, 1944), que firma sus obras con el pseudónimo de Artill, ha llenado de cuadros y
murales la mayoría de los municipios de Gran Canaria, aunque también hay creaciones
suyas en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife, Argentina, Cuba, Venezuela y
Croacia. Sólo en el Sureste tiene 40 obras de grandes dimensiones de las que se
siente "orgulloso porque es una exposición permanente en la calle".
Artill, que en un primer momento combinó su trabajo de empleado de la banca con
la pintura, y que ha hecho cerca de 700 producciones, sigue activo a sus 70
años y realiza dos obras para el cementerio de Agüimes.
Toda una vida dedicada a la
pintura como lo muestra casi 700 obras expuestas en iglesias, plazas, parques,
cementerios, hoteles y calles de Canarias, la Península, Argentina, Cuba,
Venezuela y Croacia. Se trata del artista agüimense José Luis Artiles González,
Artill, que hace un mes donó 21 bocetos de sus murales y cuadros a Ingenio, que
el Área de Patrimonio Histórico los ha digitalizado y expuesto junto con los
dibujos originales en el ayuntamiento. "Soy un pintor realista, clásico y
costumbrista canario", así se autodefine.
Artill inició su afición por la
pintura en la Escuela de Bellas Artes de Luján Pérez, becado por el Ayuntamiento
de Agüimes. Allí estudió tres años, estando entre sus profesores Felo Monzón y
Santiago Santana, al que le dedicó hace poco un mural homenaje en Arucas por el
centenario de su nacimiento. El ceramista agüimense combinó su trabajo de
empleado de banca con la pintura, dando clases en Agüimes, Ingenio y San
Fernando de Maspalomas.
A partir de 1995, tras el
fallecimiento de un hijo, se dedica en exclusiva a la pintura. Una gran
parte de su producción se ha quedado en la Comarca del Sureste. Exactamente ha
hecho 40 cuadros y murales en el Sureste, de los cuales 20 están en Ingenio,
17 en Agüimes y 13 en Santa Lucía. "La gente ha reconocido mucho mi
trabajo, por lo que tengo cuadros en la mayoría de los municipios de la isla", expresa.
La primera exposición la hizo
en 1968 en el Hogar Canario de Madrid y la última en la Sala Cairasco de la
Caja Insular de Ahorros hace 15 años. "Para exponer hay que pintar y
guardar y yo he optado por los murales de cerámica porque es una exposición
permanente al público. Además necesito comer, no me puedo permitir el lujo de
pintar e ir almacenando, porque si lo hiciera no podía mantener a mi mujer y a
mis hijos. Tenía que hacer y vender".
Artill ha llegado a la
conclusión de que "mi mejor exposición, la mejor publicidad y el mejor
marketing es la obra que tengo en la calle. Me interesa más
murales o una obra que sea visible al público sin necesidad de estar entre
cuatro paredes, por mucho que me paguen". La temática de sus murales
versan sobre "las raíces canarias, nuestras tradiciones y
costumbres".
Entre los murales de cerámica
que más destaca están el de "Los artesanos" y "Folclore canario" en la sede de
Coros y Danza, ambos en el casco de Ingenio. "Son las obras a las que más
cariño tengo y que más atraen al turismo, aunque también las que más trabajo me
dieron hacerlas". Se trata de murales en azulejos, que se pintan y se
meten al horno a altas temperaturas. "El que quiere tener un mural grande
de cerámica solo puede acudir a Sevilla, a Toledo o a mí, pues no hay un pintor
que se lo haga, porque una vez pintado, un error es muy difícil de quitar en un
azulejo tras pasar por el horno".
Entre otras obras están los
cuadros "El perdón" y "El buen pastor" de la Iglesia de San Sebastián de Agüimes; "Nuestra Señora de La Candelaria" de Ingenio; "El bautismo de Jesús" y "La zafra" del
Cruce de Arinaga; "La pesca milagrosa", en Arinaga; cinco temas bíblicos en el Cementerio de Ingenio; "El Hijo Pródigo", en Nuestra Señora del Cobre; temas del
Apocalipsis en el frontis de la parroquia de San Juan Evangelista del Cruce de
Sardina; "Los labradores de Sardina del Sur"; "La romería", en la iglesia de Santa
Lucía...
"Todos son grandes, con una media
de cuatro metros de largo por dos de alto, para que tenga más vistosidad". Sin
embargo, este artista, con tanta producción se define como "un pobrecito
pintor, aunque a Pepe Dámaso como pintor no le envidio nada, en absoluto, ni a
César Manrique, pero ellos han tenido marketing y amistades".