Joaquín Espejo (d) saluda al nuevo concursante de Top Chef, Honorato Espinar (i), tras ser eliminado durante la noche de ayer (Foto: Antena 3 TV) |
Top Chef puso en marcha ayer la repesca, una práctica vista ya en otro tipo de realities y que, tras el anuncio hecho por Alberto Chicote la pasada semana en la presentación del programa de que este año habría sorpresas, éstas no se han hecho esperar.
Así, durante la primera prueba de eliminación de este año, Joaquín Espejo, integrado en el grupo de Carlos Medina, que dirigía al equipo perdedor de la prueba de grupo, tuvo que enfrentarse al plato de Honorato Espinar, uno de los aspirantes que quedó fuera en la fase de acceso a Top Chef.
El bacalao, rey de la cocina, fue el protagonista de la prueba de eliminación y de entrada de Honorato Espinar, que ocupará el puesto del chef agüimense de los restaurantes Moorea en la Playa de Arinaga y El Patio del Cuyás en Las Palmas de Gran Canaria, que con su receta de bacalao confitado, caldo de lentejas y setas sitake en homenaje a su madre no consiguió convencer al jurado, que se decantó por el bocado de tres preparaciones de bacalao del cocinero balear.