14 de septiembre de 2014

La audiencia juzgará en octubre al colombiano que mató a un compatriota tras una pelea por una botella de aguardiente

Varios agentes de la Guardia Civil custodian el cuerpo del fallecido
Domingo, 14 de septiembre.

La Provincia
Un jurado popular, que estará presidido por la magistrada Eugenia Cabello, comenzará el 29 de septiembre el juicio contra Jorge Enrique Piedrahíta, un ciudadano colombiano que está acusado de homicidio por matar de una pedrada a un compatriota a la salida de un discoteca en el Polígono Industrial de Arinaga.
Al menos esas son las conclusiones provisionales de la fiscal Teseida García, que reclama 13 años de cárcel para Piedrahíta como autor del crimen, así como otro año y medio de prisión por un delito de amenazas.
Los hechos ocurrieron sobre las 06.00 horas del 22 de septiembre de 2012, cuando Piedrahíta y Óscar Iván Duque abandonaban una sala de fiesta en Balos, junto a otros amigos. Antes, en el interior del club, discutieron por una botella de aguardiente, enfrentamiento que se reavivó a la salida del local. 
Según la representante del ministerio público, sin que hubiera una agresión previa de la víctima, el acusado lo tumbó dos veces al suelo de varios puñetazos. Luego, tras ponerse en pie, respondió con el lanzamiento de varias piedras que no alcanzaron al procesado, quien, aprovechando la huida de Duque, respondió con un bloque que impactó en su cabeza. Murió como consecuencia de la fuerte pedrada.
La Guardia Civil inició la investigación esa misma mañana al encontrar el cuerpo en el descampado donde falleció la víctima. Pronto dio con el grupo de colombianos y con Piedrahíta. La fiscal se apoya en la declaración de uno de esos testigos para apuntalar su acusación, pues, tras producirse la mortal agresión, éste amenazó a los presentes para que guardaran silencio sobre lo ocurrido.
El abogado defensor, Pedro Sánchez Vega, admite parte de los hechos relatados por el ministerio público, pero con un matiz fundamental: no existió ánimo de matar cuando Piedrahíta lanzó el trozo de bloque contra Duque. Por eso califica los hechos de lesiones en concurso con un delito de homicidio imprudente.
Según su escrito de defensa, fue la víctima quien se encaró con su cliente porque no quería dejar en la discoteca la botella de aguardiente pagada. Añade que le escupió, le insultó y le golpeó primero, respondiendo el procesado con sus puños sólo para "defenderse" de esos ataques. Luego, Duque cayó al suelo, se levantó y comenzó a correr mientras le tiraba unas piedras. Ante esa situación, para "disuadir" a su amigo, Piedrahíta le tiró un trozo de bloque desde "15 metros" de distancia.
El abogado sostiene que estaban en una zona oscura y que su cliente se marchó tras lanzar la piedra para zanjar la confrontación, enterándose al día siguiente de que su compatriota había muerto esa noche.
Sánchez Vega reclama una pena de sólo año y medio de prisión por todas esas circunstancias, a las que agrega una atenuante muy cualificada de la responsabilidad penal por consumo de alcohol.