18 de noviembre de 2014

El juez frena el traslado de Torres Baena a Valladolid

Martes, 18 de noviembre.

Fernando Torres Baena, en una imagen de archivo entra a su domicilio en
Playa de Vargas durante uno de los registros llevados a cabo por la policía
La Provincia
La vida en la cárcel de Fernando Torres Baena se complica. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha ordenado el traslado del karateca a una cárcel de Valladolid para que cumpla su pena de prisión en régimen cerrado, pero el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Las Palmas de Gran Canaria ha dejado sin efecto esa decisión al rechazar que se trate de un preso peligroso, sino más bien todo lo contrario: su comportamiento es bueno, nada conflictivo, incluso está integrado y colabora de forma activa en el funcionamiento diario de la cárcel.
Y es que Torres Baena se ha convertido en un referente a seguir dentro del centro penitenciario de Juan Grande, donde ha logrado formar parte del módulo de respeto y hace de apoyo a los internos sujetos al protocolo de suicidios, un régimen de vigilancia especial en el que la persona de referencia se pega al recluso en situación de riesgo como si fuera su sombra, con la finalidad de evitar que atente contra su vida en un momento de debilidad.
El pulso que el juez Juan Avello ha echado al organismo estatal para frenar el traslado de Torres Baena a la Península no es gratuito: se apoya en los informes internos de los propios funcionarios de prisiones. El conflicto empezó cuando la Junta de Tratamiento de Las Palmas II, tras adquirir firmeza la condena impuesta al ser ratificada por el Tribunal Supremo (TS), tuvo que revisar recientemente el régimen en el que el preso cumplía su pena, pues pasó de estar en situación de prisión provisional a adquirir la condición de penado.
Lo normal en estos casos es que el recluso, si no es conflictivo, siga disfrutando del segundo grado, un régimen que permite hacer una vida normal dentro de la cárcel. Sin embargo, en contra del criterio de los otros cinco miembros de la Junta de Tratamiento, el director de Las Palmas II optó por rebajarle el grado y Madrid aprobó su trasladarlo a Valladolid, una orden que ha sido recurrida con éxito por el abogado Ángel Luis Calonge ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. El magistrado Avello le ha concedido la razón al letrado y ha anulado el cambio de régimen, pero la Fiscalía de Las Palmas ha recurrido en apelación a la Audiencia Provincial y ahora es la Sección Sexta la que tiene la última palabra.
El resultado de ese pulso es importante porque determinará cómo deben transcurrir los días en prisión del maestro de artes marciales, un personaje conocido en el mundo del kárate por los campeones regionales, nacionales e internacionales que dio su gimnasio de la capital grancanaria. Su caso constituyó un escándalo nacional sin precedentes por el que también fueron condenadas dos monitoras de su escuela, Ivonne González Herrera y María José González Peña, que es la pareja de Baena. Ambas lo ayudaban a captar alumnos para los encuentros sexuales que organizaban en Villa Edén, la casa en la que la pareja vivía en la Playa de Vargas, todo ello con la excusa de mejorar el rendimiento deportivo de sus alumnos.
Hasta el momento Torres Baena disfruta de un trato amable en prisión gracias a su colaboración y buen comportamiento. No sólo se ha ganado la confianza de sus compañeros, quizá por esa naturaleza de líder de la que hablaba la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas en su sentencia, sino también la de los funcionarios y terapeutas que trabajan en su reinserción. Como ejemplo sirva su contribución al módulo de respeto, al protocolo contra los suicidios y al funcionamiento del gimnasio, donde da clases de kárate y prácticamente ejerce de encargado.
Esa situación puede variar si el tribunal estima el recurso del fiscal y valida el traslado a Valladolid de Instituciones Penitenciarias, que es partidaria de aplicarle el primer grado para que no siga disfrutando de esas condiciones más bondadosas en prisión. Ese régimen cerrado está pensado para presos especialmente peligrosos, con la finalidad de que pasen casi todo el día en la celda.
De hecho, si la Audiencia de Las Palmas finalmente acepta el recurso del fiscal, Torres Baena sólo dispondrá de dos horas para salir al patio de manera individual, se quedará sin actividades lúdicas y sus comunicaciones serán sometidas a vigilancia.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que depende del Ministerio del Interior, es partidaria de aplicar ese sistema por la repercusión mediática del caso y la gravedad de los delitos cometidos. Baena, según los jueces, es un "depredador sexual" que se aprovechó de su autoridad deportiva y marcial para abusar de sus alumnos, algunos de ellos menores de 13 años.
La sentencia fue dictada en marzo de 2013 por la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas y confirmada luego por el Tribunal Supremo. Los abusos probados abarcan las últimas dos décadas de la vida del karateca y son de tal gravedad que acarrearon a Baena 302 años de cárcel, aunque sólo pasará un máximo de 20, tal y como establece el Código Penal. Esa limitación fue criticada por el ponente del fallo judicial, Salvador Alba, que reclamó reformas junto a sus colegas Emilio Moya y Carlos Vielba para poder castigar con penas más efectivas este tipo de macroabusos.