Zygmunt Bauman dialoga con el Alcalde de Agüimes, Antonio Morales, durante su estancia en el Hotel Rural Casa de los Camellos de Agüimes |
El sociólogo, filósofo, ensayista y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, Zygmunt Bauman, confesó que se quedó "sorprendido e impresionado con el exquisito cuidado del legado histórico y patrimonial de Agüimes" tras visitar distintos puntos de interés, entre otros el Barranco de Guayadeque, donde dijo que "llegué a sentirme como un verdadero troglodita".
Interesado por la prehistoria canaria, el padre del término "modernidad líquida" adquirió varios libros temáticos y reconoció ser un "privilegiado" al ser invitado por el Ayuntamiento de Agüimes para participar como ponente en las XIII Jornadas Familia y Comunidad.
Con 90 años, muy activo, sensible y afable en el trato, este sabio del siglo XXI resaltó con gran lucidez que aceptó venir "en cuanto el ayuntamiento me dio a conocer la temática de las jornadas porque, precisamente, son la clave de los problemas más importantes de nuestro tiempo. Se supone que familia y comunidad propician la estabilidad de la sociedad, pero son valores desintegrados que están en estado caótico". Bauman invita a reflexionar si el mundo va en el camino correcto y reconocer que estas instituciones "no saben lo que depara el futuro, ni qué hacer para garantizarlo y eso genera sensación de impotencia". El pensador resume que la combinación de "la inseguridad, la ignorancia de qué hacer y la impotencia para resolver el problema hace que se sientan humilladas".
En su opinión, jornadas con las que se han celebrado en Agüimes sirven para analizar este problema, "porque hace falta investigar el por qué se han hecho tan frágiles".
Zygmunt Bauman explica también que en la sociedad la comunicación ha sido sustituida por las comunicaciones en red, "que se resume en tan solo dos actividades: conectar y desconectar. Parece fácil, que tenemos el control, pero son traicioneras porque están sobre arenas movedizas y cuando necesites controlar algo, no vas a poder", vaticina el pensador polaco de origen judío que en su larga historia también cuenta con el triste capítulo de pasar por un campo de concentración nazi.
Bauman cree que si seguimos pensando que la filosofía de la vida reside en mejorar el PIB que todo el camino a la felicidad pasa a través del consumismo, "poco podremos hacer para evitar que se desintegre nuestro mundo como lo conocemos".
Según Bauman, "el futuro no existe, lo hacemos nosotros con nuestras decisiones" y explica que tal y como está la situación mundial, "es el momento de apostar con nuestras decisiones si queremos ir de mal en pero o si queremos ir de pie a mejor".