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| Antonio Morales, con el bastón de mando, tras su investidura |
Antonio Morales Méndez, cabeza de lista de Nueva Canarias, tomó posesión ayer como Presidente del Cabildo de Gran Canaria reivindicando su experiencia de gobierno al frente del municipio de Agüimes durante 24 años. Destacó que en esos años la Comarca ha pasado de ser un reducto de pobreza, que vivía de la aparcería, a transformarse en un foco de progreso. En esta línea, manifestó su intención de aplicar a Gran Canaria el exitoso modelo que ha propiciado el progreso de Agüimes y de todo el Sureste.
Morales, que presidirá el Cabildo de Gran Canaria durante el mandato 2015-2019, que cuenta con el respaldo del PSOE y Podemos, prometió en su discurso cumplir con un programa que incluye un plan de empleo con especial atención a los jóvenes; un incremento de la atención a los asuntos sociales; que hace hincapié en la sostenibilidad; y el impulso a las energías renovables.
En sus intervenciones, todos los partidos abogaron por el diálogo. Los portavoces expresaron de manera unánime que ese debe ser la herramienta de trabajo del mandato. Todos los partidos apuestan por la búsqueda del consenso y por la regeneración de Gran Canaria. Igualdad, justicia social, políticas de empleo y el lema de moda, la transparencia, dominaron. Distintas voces para reivindicar todas ellas la erradicación de la corrupción como objetivo común.
Por otro lado, los pronunciamientos de los consejeros en el acto de constitución del Cabildo de Gran Canaria fueron un crisol de declaraciones, donde a los ya tradicionales juramentos y promesas se unieron los variados discursos de los consejeros de Podemos. Ni uno de los cuatro repitió fórmula y tampoco ninguno se olvidó de su compromiso con los votantes.
Hubo varios puntos álgidos en la primera parte de la ceremonia, cuando cada consejero se convirtió en protagonista al tomar posesión. Destacaron sobre los demás Juan Manuel Brito, Antonio Morales y Miguel Hidalgo.
Brito, cabeza de lista de Podemos suspendido de militancia por una acusación de presuntos abusos sexuales, despertó una cerrada ovación de apoyo. Sin embargo, la mayor ovación, acompañada de vítores al aparecer su imagen en la pantalla, fue la del propio presidente Antonio Morales, quien prometió casi de corrido y sin mucha entonación, lacónico y sin alardes, propio de alguien que ha repetido una fórmula parecida hasta en seis ocasiones anteriores. El otro político que recibió una calurosa ovación en su regreso a la vida pública fue el exalcalde de San Mateo, Miguel Hidalgo, consejero por Nueva Canarias.
En el otro extremo, el expresidente, José Miguel Bravo, no concitó las simpatías de la audiencia, algo que también le ocurrió a su excompañera de partido, Mercedes Roldós.
Por su parte, la presencia del consejero de Coalición Canaria, Fernando Bañolas, pasó desapercibida, lo mismo que su mínimo discurso, que se ajustó al par de minutos que había pedido el presidente a los portavoces.
Podemos, por su parte, acaparó el mayor tiempo de intervención, en estrecha pugna con Bravo de Laguna, ahora consejero de Unidos por Gran Canaria, que quiso aprovechar para ensalzar su mandato como presidente del Cabildo por el Partido Popular.