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Portada de la novela de Manuel Pérez Cedrés |
El autor, natural del Puerto de la Cruz, aunque afirma que se siente de Los Realejos, ya que es en este municipio del norte de Tenerife donde reside desde que era niño, ha estudiado Filosofía e Historia del Arte y se confiesa amante de la fotografía, el cine y la música.
En "Apóstol", su segunda novela tras "El samurai desnudo", se encierra una historia construida desde un sentimiento universal: el amor como principio de todo.
"Creo que este relato representa algo así como un ensayo novelado", señala Pérez Cedrés, que se ha propuesto mostrar "los valores propios que definen el romanticismo del siglo XIX para ponerlos en contraposición con los dogmas que predica la doctrina de la religión católica".
De ahí que no resulten anecdóticos nombres, figuras, imágenes, cargados de significación. "El cordero que ilustra la portada representa el símbolo del Agnus Dei", explica el autor. Es una alegoría con la que busca contraponer el sentido cristiano del amor, marcado por el sacrificio y la resignación, con la idea romántica de lo trágico, el suicidio, la negación de la vida como episodio final, el honor que supone este gesto, a la manera de la filosofía oriental.
En la obra, Lucas, funcionario de la Administración de Hacienda, es un observador del pequeño mundo que le rodea. Está acostumbrado a ver la vida así, desde su escondite, con la esperanza aún oculta de acabar con el miedo que le atenaza.
El protagonista de "Apóstol" vive enamorado de Clara, una compañera de trabajo que lo ignora y que cae en las garras de Toni, el déspota conquistador de la oficina. Su tiempo pasa lento, casi inalterable, como una sucesión de minutos que se destruyen los unos a los otros.
Cansado de buscar, encuentra a Gloria y, de repente, igual que una inmensa luz ilumina una estancia oscura, descubre un amor que lo estremece a una edad en la que ya no espera nada.
Con reminiscencias goethianas, el romanticismo de "Apóstol" subirá al lector a un tren de sensaciones y emociones del que le será difícil descender. Poética y descarnada, "Apóstos" es una novela intensa, lírica, subyugante. Una obra escrita con la vocación de ser leída desde el corazón.