23 de diciembre de 2015

Opinión: La Navidad está lejos para los sin techo

Miércoles, 23 de diciembre.

Antonio Estupiñán*
..."Eran días navideños, aquel buen hombre desahuciado, desamparado y sin trabajo junto a su hijo de pocos años, tenían que dormir en el pórtico de la acera de una calle..."
Actualmente (en pleno siglo XXI y de las altas tecnologías y progreso) prolifera el grave problema de los "sin techos". Sean las causas que fueran, lo cierto es que cada año sigue creciendo y lejos está de tener a corto y medio plazo soluciones.
Para no ir más lejos, en Canarias viven empadronados cerca de 2.200.000 habitantes, entre los que se incluyen más de 300.000 extranjeros. Se dice que 600.000 personas viven en Canarias bajo el umbral de la pobreza; o sea, más del 30% de la población y que superará el 40% dentro de unos años. Recientes estadísticas dicen que cerca de 3.000 personas (en su mayoría adultos y algunos niños) sin recursos ni ayudas están malviviendo y tienen como dormitorio las cales, campos y otros lugares a la intemperie, soportando humedades, enfermedades, viento y, en época invernal, el frío y la lluvia. Desgraciadamente, el vivir sin un techo y en la calle reduce la vida entre un 20% y 30% para los que tienen la desgracia de sufrirlas y vivirlas en carne propia.
Nos preguntamos: ¿Cómo es posible que los principales partidos políticos expongan sus alusiones a los sin techos, sabiendo que son ellos los responsables de no darle la justa solución?
No entiendo para qué ponen y sirve el Día Mundial de las Personas sin Hogar si luego no dan soluciones a este azote que afecta a los extremadamente más humildes...
Por estas memorables fechas de la Navidad del Hijo de Dios hecho Hombre, del amor fraterno y familiar en las que decenas de miles de canarios viven en su hogar en estas entrañables fiestas de Pascua, Año Nuevo y Reyes con abundantes comidas, regalos y sorpresas, sin darnos cuenta de la otra cara de la moneda que es ese otro mundo marginado y desnutrido, encabezado por miles de pobres (con especial incidencia en los sufridos niños) que malamente tienen un bocado de pan que llevarse a la boca, y lo peor viene detrás si tienen como morada el dormir en la calle.
Vivimos en un mundo cada vez más injusto, más insolidario y donde prevalece el despilfarro económico. Seamos, por los tanto, más solidarios con nuestros hermanos los pobres, sobre todo aquellos que duermen a la intemperie y, especialmente, los niños.
Hay dos tradicionales frases que dicen textualmente: "¿Qué sueños se pueden tener durmiendo en una acera a la intemperie?" y ¿Cómo me veo yo durmiendo en la calle, así te puedes ver algún día tú?"
*Antonio Estupiñán es articulista en medios digitales.