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| Vista del CEIP Piletas, en el barrio de La Goleta |
Redacción
La Consejera de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, presentó ayer para la aprobación del Consejo de Gobierno los cambios en infraestructura educativa que será necesario acometer para mejorar la eficiencia del sistema educativa de las islas, incrementar la productividad de las inversiones realizadas y mejorar la calidad y la igualdad de oportunidades para todo el alumnado.
Como resultado, el consejo aprobó el decreto por el que se crean y suprimen diferentes centros educativos en las islas de Tenerife y Gran Canaria y se integra o redistribuye a su alumnado a partir del próximo curso 2016-2017, y que engloba a ocho centros distintos.
Los ceses de actividades, que tendrán efecto a partir del día 31 de agosto, incluyen cinco escuelas unitarias, cuya demanda ha decrecido significativamente, hasta el punto que los ayuntamientos de los municipios donde se ubican, sus comunidades educativas y la consejería del área han acordado ubicar a su posible alumnado en otros centros del mismo término municipal con el fin de que se le pueda dar un mejor servicio.
Las escuelas unitarias citadas en el decreto son el CEIP El Tablero, en Moya; los CEIP La Banda y Piletas, en Agüimes, cuyo alumnado se escolarizará en otros centros del municipio; el CEIP Lomo Pelado, en El Rosario (Tenerife); y el CEIP Las Canalitas, en Icod de los Vinos (Tenerife).
