12 de julio de 2017

Regresan a casa los vecinos del edificio colindante al siniestrado

Trabajos de búsqueda de restos biológicos entre los escombros
Miércoles, 12 de julio.

Redacción
La vivienda siniestrada este lunes en Agüimes ha quedado en ruinas y los otros dos pisos inferiores no han sufrido daños, aunque se deberá confirmar que su estructura no ha resultado afectada. Así lo confirmó ayer el Alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, que explicó también que la investigación apunta a que primero hubo un incendio provocado con gasolina y después la deflagración de una bombona de gas que, por las características de la explosión, descargó toda su fuerza contra las fachadas norte y sur del edificio y no contra las paredes de los otros inmuebles, lo que evitó daños más serios en los bloques colindantes.
Por su parte, la Policía Judicial de la Guardia Civil continuaba ayer trabajando en el lugar para intentar esclarecer si el incendio fue provocado por la mujer que vivía en la vivienda, donde fue hallado un cadáver del que está pendiente su identificación mediante pruebas de ADN, si bien todo apunta a que es el de la moradora de la casa, identificada como Elena C.M., de 46 años, y que vivía sola y mantenía desde hace años denuncias cruzadas con sus vecinos, y en la búsqueda, junto a los bomberos, de restos biológicos entre los escombros caídos en la vía pública.
El primer edil agüimense indicó también que los vecinos de los dos plantas inferiores al siniestrado y de los dos edificios colindantes fueron desalojados el lunes de sus casas como medida preventiva, aunque los del número 10 de la calle Alonso Quesada (el edificio colindante) han podido regresar a sus casas, donde solo permanece precintada la azotea y una habitación que daba directamente a la vivienda del incidente por daños menores, aunque no estructurales.
El resto, los siete habitantes del bloque afectado, han sido realojados por el Ayuntamiento de Agüimes en el Hotel Rural Casa de los Camellos y ayer, por turnos, pudieron acceder a sus casas acompañados de miembros del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria para recoger algo de ropa y enseres personales para pasar los próximos días.
Por su parte, los técnicos municipales esperan poder entrar hoy a las viviendas para evaluar las condiciones estructurales del edificio, aunque la fachada del piso siniestrado que da a la calle Saulo Torón será derruida para prevenir posibles desprendimientos. Además, una vez que la Policía Judicial de la Guardia Civil finalice su trabajo de inspección, una cuadrilla de limpieza eliminará los restos que puedan suponer algún peligro y se procederá a la reparación de los sistemas eléctricos, dado que por su antigüedad utilizan unas canalizaciones comunes que también deber ser revisadas.