13 de agosto de 2017

El impacto acústico del Aeropuerto de Gran Canaria aumenta de manera generalizada

Domingo, 13 de agosto.

Imagen de archivo
Canarias7
El ruido que generan las operaciones de aterrizaje y despegue en el Aeropuerto de Gran Canaria afecta cada vez a más vecinos del entorno y la superficie en la que el impacto acústico supera los umbrales saludables también se extiende. En comparación con el Mapa Estratégico del Ruido del Aeropuerto de Gran Canaria hecho en junio de 2012, el que ahora somete Aena a información pública detecta "un aumento generalizado de la población expuesta".
En concreto, la tercera fase del citado mapa concluye que los vecinos del entorno del aeropuerto que oyen más de 55 dB de media diaria han aumentado en un 27% y que los que sufren más de 50 de noche son un 23% más que hace 5 años. La superficie en la que se registra el primer nivel también ha crecido un 19%. Principalmente, apunta el estudio de Aena, se observa un mayor número de población afectada en los núcleos poblados de Las Majoreras y El Burrero, en Ingenio, y en la Urbanización El Edén, en Vargas.
Frente a los 800 viviendas de Telde, Ingenio, Agüimes y Santa Lucía de Tirajana que sufrían más de 50 dB de media diaria en 2012, ahora son 1.200, mientras que la población afectada por ese umbral ha crecido de 2.400 a 3.300 personas. Además, ahora hay un centenar de vecinos más que escuchan una media diaria superior a 65 dB.
La superficie en la que se oyen más de 55 dB de media las 24 horas (el valor penaliza el periodo de tarde, de 19.00 a 23.00 horas, con 5 dB y el de noche, de 23.00 a 07.00, con 10) ha crecido en casi cuatro kilómetros cuadrados, pasando de 14,88 en la segunda fase del mapa a 18,58 en la tercera. Aumenta menos, pero también, para valores superiores a 65 y 75 dB, al incrementarse de 4,09 a 4,16 y de 0,80 a 0,87 kilómetros cuadrados, respectivamente.
El estudio considera como zonas de conflicto, aquellas zonas residenciales en las que se superan los umbrales que obligan a ejecutar medidas protectoras o correctoras, el Caserío de Ojos de Garza, en Telde, y la urbanización Paraíso, en Las Rosas (Agüimes). En el primero, 300 personas sufren más de 65 dB de día y 55 de noche; en la segunda, un centenar de vecinos sobrepasa ese ruido nocturno.