10 de julio de 2018

Homenaje a Paul Erland en el 50 aniversario de Yatlántico

Foto de familia de los asistentes al homenaje a Paul Erland
Martes, 10 de junio.

Revista C7
A finales del pasado mes de junio, la empresa Yatlántico, ubicada en el Polígono Industrial de Arinaga, conmemoraba su 50 aniversario y rendía un merecido homenaje a su fundador, Paul Erland, en el Hotel Elba Vecindario, quien al margen de todo lo que se había gestado en torno a su figura, fue recibido con un sonoro aplauso por parte de las más de cuarenta personas presentes en el acto y que, de alguna manera, han tenido un papel significativo en la historia de la compañía.
Desde que su madre, Terry Hill, se estableció en 1959 en Gran Canaria, fundando el periódico The Canary Islands Sun, la historia de Erland estaría ya de por vida ligada a la isla. "Paul, el americano", como le conocer popularmente, aunque su nacimiento fue en Londres, comenzó su actividad en 1969 con la empresa de alquiler de embarcaciones Bote Vela Bonita en Patalavaca, tal y como recordó durante el homenaje, y aseguró que "mi esposa Rosemary era el alma de esta empresa. Ella puso todo su empeño en conseguir que nuestro alquiler de embarcaciones se estableciera en la Playa de las Alcaravaneras, pero por una interpretación en la normativa no dejaron que pusiéramos los barcos en el mar".
Paul Erland, emocionado con la anécdota, recordó que "ese día, Rosemay se enfadó muchísimo y me dijo que nos iríamos de la isla. Sin embargo, no solo no nos marchamos, sino que sumamos dos personas más, Kate y Heidi, a la familia".
Durante el acto de homaneje tomaron la palabra Eugenio Grau, Agustín Naranjo, Óscar Heredia y Luis López, que rememoraron las historias que les llevaron a cruzar sus caminos con Paul Erland a lo largo de estos cincuenta años de historia.
Así, Grau se considera el primer cliente de Erland y, de hecho, "creo que ni me cobraste porque lo único que querías era probar sí tu idea funcionaba, y tanto que lo hizo". Por otra parte, Naranjo y Heredia repasaron las diferentes anécdotas que han vivido trabajando con el homenajeado y agradecieron "la predisposición y la mente brillante de Paul Erland para ayudarme a diseñar tantas obras".
El broche final lo puso su hija Heidi Erland, que visiblemente emocionada agradeció a su padre su tesón, esfuerzo y valía en este medio siglo. "A día de hoy, mi padre sigue siendo un niño que no ha perdido las ganas de explorar y descubrir, y yo no puedo estar más que agradecida por todo lo que hemos aprendido a su lado", aseguró.
Estos cincuenta años de historia de Yatlántico continúa hoy con su proyección de futuro de manos de Kate Erland, quien reside en Agüimes casco junto a su familia.