2 de diciembre de 2018

La diocalandria llega al Barranco de Guayadeque

Domingo, 2 de diciembre.

Palmeras en el entorno del Centro de Interpretación de Guayadeque
Canarias7
La actualización cartográfica de la distribución actual del insecto Diocalandria Frumeti, un escarabajo de pequeñas dimensiones (aproximadamente 5 milímetros) que ataca taladrando a las palmeras, que el Cabildo de Gran Canaria encargó al técnico especialista en palmeras, Marco Díaz-Bertrana, constata el avance de esta plaga "hacia el interior de la isla por las cuencas donde se desarrollan los palmerales naturales".
El escarabajo, originario de Asia, "se ha extendido y su presencia es ya bastante notoria en los palmerales de la isla, ganando altitud, y siendo localizado ya, entre otros puntos de la isla, a 636 metros sobre el nivel del mar, en el pago de Soria del Barranco de Arguineguín, en Mogán; el Jardín Canario, en Tafira, y el cercano campus universitario; en Los Ortigones, en el Barranco de Fataga, a 529 metros de altitud; Las Mesas y el Barranco de Lezcano, en Tenoya; Dragonal, en el Barranco de Guiniguada; el Barranquillo de García Ruíz, en dirección a San Roque, en Telde; y en el Barranco de Guayadeque, a la altura del centro de interpretación, a 371 metros de altitud".
El estudio de campo, basado en el método visual y centrado en los palmerales naturales y silvestres, confirma, sin embargo, que la Diocalandria Frumeti no ha invadido todavía los palmerales de Santa Brígida y que sería necesario emprender acciones urgentes para frenar su expansión y evitar que llegue, por ejemplo, a los palmerales de La Sorrueda, Casas Blancas, Temisas o la parte alta de Santa Lucía.
La actualización cartográfica de la extensión del insecto en Gran Canaria, que se detectó por primera vez hace 20 años en unas palmas de Maspalomas, evita la confusión entre los efectos que producen sus larvas y los de un hongo que afecta a las palmeras, una confusión que se había producido en los trabajos realizados en 2007, 2014 y 2016 por encargo del Gobierno de Canarias.
Finalmente, Díaz-Bertrana subraya la importancia crucial de evitar que la Diocalandria Frumenti entre en la cuenca de Tejeda-Artenara, en las cumbres de la isla, donde se localizan las fuentes semilleras de la Phoenix Canariensis en Gran Canaria, así como en las palmeras silvestres de Acusa Verde y Acusa Seca, la cantera insular de las semillas de la palmera canaria.