21 de marzo de 2019

Los "Relatos eróticos" de Victoria Siedlecki llegan al Museo Gastronómico Aragüeme

La narradora argentina Victoria Siedlecki, en
una imagen de archivo de sus "Relatos eróticos"
Jueves, 21 de marzo.

Redacción
La segunda jornada del 29º Festival Internacional de Narración Oral "Cuenta con Agüimes" sube el telón hoy con dos funciones escolares, a las 12.00 y 12.30 horas, en el IES Joaquín Artiles y la Casa de la Cultura de Arinaga, con las actuaciones de Hanna Cuenca y Diego Magdaleno, respectivamente, que ofrecerán sus espectáculos al alumnado del centro agüimense y del IES Playa de Arinaga.
Por la tarde, en sesiones de narración programadas para las familias, el canario Diego Martín y la colombiana Hanna Cuenca ocuparán con sus historias, a las 17.30 y 18.30 horas, las casas de la cultura de Montaña Los Vélez y Cruce de Arinaga.
Finalmente, la última cita del día, con entrada gratuita hasta completar el aforo, convoca a los amantes de la narración y al público en general en el Museo Gastronómico Aragüeme, ubicado en la calle El Progreso nº 22, en Agüimes casco, con una función para adultos que protagonizará Victoria Siedlecki con el espectáculo "Relatos eróticos".
La actriz y narradora argentina, una de las más reconocidas en la actualidad y dueña de infinitos registros, ha pasado ocho años llenando los teatros con "Relatos eróticos", basándose en textos magníficos, incluidos algunos pasajes desconocidos de "Las mil y una noches", y una mezcla contemporánea de humor y pasiones de todo tipo.
Si Eduardo Galiano le dedicó un "Hasta la Victoria siempre" al escucharla narrar uno de sus cuentos, es porque Victoria Siedlecki nos descubre nuevos mundos y, desde hace tiempo, despierta con sus "Relatos eróticos" a los más remolones.
Bautizada como la Princesa de Lavapiés, gracias al éxito alcanzado en Madrid, donde pasó por míticas escenarios como Libertad 8, Zanzíbar o La Flauta Mágica, Victoria Siedlecki no susurrará el secreto del sexo de los ángeles y nos encenderá otros entre risas, erotismo y el placer indudable que toda lengua es capaz de provocar.