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Redacción
El CEIP La Viñuela de Agüimes y el CEIP Beñesmén del Cruce de Arinaga son dos de los cuarenta y seis centros educativos de Canarias (44 de Educación Infantil y Primaria, un Centro de Enseñanzas Obligatorias y un Colectivo de Escuelas Rurales) que entran en el nuevo programa para el impulso de las enseñanzas del timple tras solicitar su participación en la convocatoria, por lo que recibirán una dotación extraordinaria de cuatro mil euros para la adquisición de los instrumentos a lutieres de las islas.
De esta manera, el proyecto pretende formar en materia musical y poner en valor el instrumento más característico de Canarias, pero también que el alumnado conozca de primera mano la artesanía de las islas a través de visitas a los talleres de los lutieres que suministren los instrumentos a los centros.
La comisión encargada de escoger los proyectos tuvo en cuenta siete criterios de evaluación: el anclaje al currículo y la transversalidad del proyecto; la envergadura de la práctica atendiendo a los sectores de la comunidad que se implican y al número de participantes; la trascendencia del proyecto y su sostenibilidad; la vinculación explícita con las acciones del plan educativo del centro; la participación de docentes que hayan recibido formación sobre la enseñanza del timple mediante cualquiera de los canales de formación de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias; las acciones que promuevan aportaciones a favor de la integración creativa de las distintas áreas del currículo, redes y programas activos en el centro; y la claridad de exposición de todos los apartados del documento explicativo del proyecto.
Para la Consejera en funciones de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, este programa, que se pondrá en marcha durante el próximo curso escolar, "es un nuevo paso hacia la consolidación definitiva de la enseñanza del timple como símbolo sonoro común a todo el archipiélago", refiriéndose así al trabajo realizado y que ha dado como resultado la implantación de las enseñanzas elementales del timple en los conservatorios de Canarias, así como la elaboración de un currículo y un repertorio tan completos que han obtenido la autorización ministerial para que se puedan impartir también las enseñanzas profesionales de la especialidad del timple.
"Ahora que hemos logrado implantar el estudio de nuestro principal instrumento en los conservatorios, señaló Monzón, hemos de promover también la cantera y trabajar para que el timple viva una edad de oro en las próximas generaciones", y resaltó la importancia del programa para el mantenimiento de la artesanía de los lutieres o cómo los proyectos permitirán al alumnado conocer más y mejor Canarias a través de la música.