Mercadona comenzó ayer a aplicar las medidas anunciadas para evitar las aglomeraciones en sus establecimientos con el fin de garantizar tanto el abastecimiento como la salud de sus clientes y trabajadores-as.
Así, la totalidad de sus supermercados, 1.600 en todo el país, entre los que se encuentran los ubicados en Cruce de Arinaga y Polígono Industrial de Arinaga, han recortado su horario de apertura en una hora y media respecto al habitual de cada día y el aforo estará controlado por el responsable de cada tienda, apoyado cuando proceda por la personas o el agente de seguridad privada designado por éste.
En el exterior, junto a la entrada, se marcará una distancia mínima de un metro para que los clientes que aguarden su turno respeten dicha separación, que también deberá cumplirla en el interior del local.
Sobre el surtido, Mercadona insiste en que permanecerán abastecidos los supermercados con normalidad y se reforzará el suministro de productos básicos y de primera necesidad.
La empresa añade en la nota que el aforo en el interior oscilará entre los 100 y los 200 clientes, en función del tamaño de cada tienda, y distribuirá una serie de consejos, entre ellos que acuda una sola persona por acto de compra, que no se acuda nada más abrir el supermercado, sino a lo largo del día, que se llene la cesta con agilidad y rapidez, que en la medida de lo posible se pague con tarjeta y que no se adquieran productos para almacenar innecesariamente.
Para los trabajadores-as, Mercadona ha adoptado distintas medidas destinadas a la salud y seguridad, entre las que se incluyen la entrega de utensilios de higiene y prevención necesarios y el refuerzo de los procesos de limpieza y desinfección de las instalaciones a través de servicios externos.