Lunes, 28 de diciembre.
Paqui Domínguez
En mayo de 1990 surge en Agüimes el proyecto que iba a cambiar vidas. En estos 30 años se ha constatado por su eficacia la solidaridad en la proximidad, en la normalización, en la entrega para lograr los objetivos de integración, normalización y acompañamiento, alejando la caridad pasiva, la lástima y la despersonalización. Un compromiso comunitario inmenso en el apoyo mutuo, convirtiéndonos a toda la vecindad en una gran familia acompañante en el crecimiento sano de menores, que nacieron rodeados de dificultades y carencias.
En julio de 1990 se abren las puertas, con discreción, de la antigua casa y consulta del médico, una joven pareja responsable recibía con afecto a los primeros 12 menores, todos del municipio. Los Servicios Sociales responsables de este servicio, a pesar de no ser competencia municipal, se coordinan con la Dirección General del Menor del Gobierno de Canarias y unos años más tarde, cuando se traspasan las competencias, con el Cabildo de Gran Canaria. Se lleva adelante este proceso de trabajo interinstitucional con asertividad y reconocimiento.
Son muchas las personas que durante todos estos años han entregado con vocación y profesionalidad parte de sus vidas a este difícil pero también ilusionante trabajo.
Son muchos menores, que hoy han formado sus propias familias, que son profesionales, trabajadores, estudiantes... que nos hacen sentir el orgullo de haberles visto crecer como personas dignas, que nos saludan y recuerdan con agradecimiento la oportunidad brindada. Para el pueblo de Agüimes en general, el reconocimiento a tantas personas que desde los centros educativos (IES Joaquín Artiles, CEIP Roque Aguayro, CEIP La Viñuela); personal del Centro de Salud; entidades deportivas culturales y juveniles; la Asociación La Salle; empresarios; comerciantes y, sobre todo, familias que acogieron en sus hogares a los chicos y chicas que vivían en el Hogar como invitados a los acontecimientos familiares y a la vez permitían que sus hijos e hijas acudieran al Hogar como invitados a compartir juegos, deberes y también a degustar una rica merienda o el más maravilloso de los purés. La normalización e integración hacen que hoy en día el paso por este centro aglutine en sus vivencias infantiles el gozo y privilegio de la visita nocturna de los tres Reyes Magos, excursiones, campamentos, carnavales, partidos de fútbol, baloncesto...
Orgullo y satisfacción de haber cumplido los objetivos durante estos 30 años. A 31 de diciembre finaliza esta etapa de este primer hogar en Agüimes que brindó la posibilidad de dar una alternativa a los internados y macro centros.
Como consecuencia de esta experiencia se continúa en la línea de trabajo y se cuenta en la actualidad con un piso tutelado para jóvenes mayores de 16 años en proceso de emancipación, de gestión municipal, y el ayuntamiento cedió al Cabildo otro inmueble para un hogar infantil gestionado en estos momentos por la Asociación Mensajeros de la Paz.
Los menores y las familias han sido el eje central en un trabajo interdisciplinar, equipos de profesionales que trabajan y atienden a las familias en riesgo.
Cuando el servicio público apuesta prioritariamente por las personas, el resultado es canalizado a conseguir el logro del bienestar general y atención a los más vulnerables.
Creo que todas las personas implicadas, no nombradas, pero sí presentes en el recuerdo y la memoria colectiva, gritamos con afecto y emoción: ¡Gracias Agüimes!