5 de marzo de 2021

Un año del primer positivo por coronavirus en Agüimes

 Viernes, 5 de marzo.                                                                                                        

Pierangela Camera junto a su familia en la felicitación navideña que remitió a los sanitarios-as que la atendieron en Gran Canaria

La Provincia

Pierangela Camera se convirtió el 5 de marzo de 2020 en la primera paciente diagnosticada de Covid-19 en Gran Canaria y, tres días después, en la primera en precisar cuidados intensivos en las islas como consecuencia de los graves efectos provocados por el virus.
La muer, de nacionalidad italiana, aterrizó en la isla unos días antes junto a tres amigas para visitar a su hijo, que había llegado el mes anterior con el propósito de mejorar su nivel de español, pero sus vacaciones dieron un giro de 180º y se transformaron en una dura batalla de la que salió victoriosa.
Hoy se cumple un año de su caso y asegura que "noto que me canso antes y tengo dolores musculares, pero me siento muy afortunada, porque gracias a los sanitarios-as de Gran Canaria estoy viva", asegura emocionada desde la localidad de Albino, en Bérgamo.
Todo apunta a que pudo contraer la infección en Italia, epicentro en ese momento de la pandemia en Europa, donde el número de afectados crecía cada día a una velocidad vertiginosa.
Su experiencia fue muy dura y, de hecho, el patógeno la obligó a permanecer nueve días ingresada en planta en el Complejo Universitario Insular-Materno Infantil y otros treinta y nueve en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI).
Pierangela Camera, que entonces tenía 61 años, se alojaba en una vivienda vacacional de Arinaga junto a sus compañeras de viaje y todo transcurría con normalidad hasta que comenzó a manifestar tos y fiebre, lo que hizo que sus hijos, Paolo y Silvia Carrara, la animaran a solicitar una prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR).
"Al principio, afirma, no quería hacerlo porque creí que se trataba de una gripe, pero ellos estaban preocupados" y, ante la insistencia de su hijo para que le practicaran el test, un equipo se desplazó hasta el apartamento que ocupaban en Arinaga para tomar la muestra, cuyo análisis evidenció el resultado positivo en la afección.
Las cuatro mujeres, sin embargo, tenían previsto regresar a Italia esa misa tarde del 5 de marzo, por lo que las amigas de Pierangela Camera, que también habían contraído la enfermedad y aún no tenían constancia, se trasladaron al Aeropuerto de Gran Canaria, donde fueron interceptadas por agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional después que las autoridades sanitarias alertaran de que habían mantenido contacto estrecho con una positivo.
Al cabo de 48 horas, el cuadro clínico de la paciente empeoró ligeramente y su hija no dudó en contactar desde Italia con la Línea de Atención al Covid. "Tenía más golpes de tos y vino a buscarme una ambulancia para llevarme al hospital. En realidad no me sentía muy mal y me dejaron en la octava planta del Materno, pero al día siguiente todo cambió y me enviaron a la UMI del Insular", detalla Camera.
Sufría una neumonía covid (bilateral) y su estado de salud se complicó con otra de origen bacteriano, lo que la llevó a estar entubada y sedada varios días. "Cuando desperté creí que estaba muerta. Escuchaba a los sanitarios-as hablar en un idioma diferente al mío y veía todo muy borroso", a lo que hubo que sumarle un intenso estado de apatía que no le permitía experimentar emociones.
Finalmente, tras recibir rehabilitación musculoesquelética y pulmonar en el hospital, el 23 de abril recibió el alta médica, aunque como medida preventiva tuvo que permanecer unos días más en cuarentena, por lo que decidió trasladarse a la casa donde se hospedaba su hijo cuando ya se encontraba decretado el estado de alarma.
Allí se quedó hasta el día 9 de mayo, cuando pudo regresar a su país de origen, donde siguió la rehabilitación con fisioterapeutas, "pero el sistema estaba totalmente colapsado y solo pude recibir unas pocas sesiones", señala.
Actualmente, Pierangela Camera continúa esforzándose cada día por superar las secuelas con la ayuda de un fisioterapeuta que la acompaña en este objetivo.
Tras dejar atrás este mal trago, se preocupa por tomar las precauciones necesarias cada vez que sale a la calle. "Siempre voy con mascarilla y respeto las distancias. Además, pienso vacunarme desde que tenga la oportunidad", afirma.
Desde su casa, no dudar en señalar que espera regresar a Gran Canaria cuando pase la pandemia "para visitar a los sanitarios-as y disfrutar de unas buenas vacaciones".