Sábado, 10 de abril.
Redacción
Barrios Orquestados, con el apoyo de la Fundación SGAE, celebra su noveno aniversario con la presentación ayer, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, del documental "Hablo de Esperanza", en el que se recoge la experiencia de implantar el proyecto en Tegucigalpa (Honduras), enseñando música a menores en riesgo de exclusión durante los veranos de 2018 y 2019.
Barrios Orquestados es un proyecto social de carácter pedagógico y con fines artísticos que nace en Canarias con la vocación de ir sumando orquestas a aquellos núcleos de población donde existen menos oportunidades de acceso a la cultura.
La intervención, que se hace a través de la infancia, con la creación de coros y orquestas en las que se tocan instrumentos de cuerda frotada (violín, viola, violonchelo y contrabajo) y viento madera (flauta, clarinete y saxofón), considera a las familias como parte esencial de la actividad, consiguiendo así que exista en la estructura del proyecto espacios dedicados de forma exclusiva a ellas, que conforman a su vez el coro de familiares de Sensibilización Musical.
Después de nueve años, tras haber comenzado la andadura en Tamaraceite, en Las Palmas de Gran Canaria, Barrios Orquestados ha logrado romper con la fragmentación territorial y está presenta ya en otros doce puntos: Cono Sur, Jinámar, Risco de San Nicolás, Ciudad Alta y Guanarteme (Las Palmas de Gran Canaria), Agüimes, La Cuesta, Finca España y Ofra (Tenerife), Argana y Altavista (Lanzarote) y, desde el pasado mes de marzo, también en El Matorral (Fuerteventura).
La irrupción de la crisis sociosanitaria derivada de la pandemia del coronavirus inició un periodo de adaptación y de reinvención para el proyecto, en el que se tuvo que buscar la manera de sobrevivir y de mantener la conexión con los beneficiarios.
La experiencia acumulada ha permitido diseñar un 2021 lleno de actividades educativas, sociales y culturales para los beneficiarios-as, así como para la sociedad en general.
En este momento, Barrios Orquestados cuenta con más de 700 beneficiarios activos entre niños-as, jóvenes y familiares en las islas.