Lunes, 1 de agosto.
La Provincia
Una patente tecnológica desarrollada en Aragón aspira a revolucionar la desalinización de agua de mar gracias a que reduce notablemente el consumo energético, lo que haría más rentable la producción hídrica con este tipo de instalaciones.
Las empresa zaragozana Tempero 2000 y Aguas de Valencia, propietaria de Global Omnium, han ganado una licitación de compra pública precomercial para el desarrollo de soluciones innovadoras en dicho ámbito, una convocatoria abierta por el Ministerio de Ciencia, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), con el que está en vías de adjudicarse un contrato de 4,5 millones de euros.
El objetivo de este concurso es desarrollar y probar un nuevo prototipo de desaladora más eficiente y barata para el Cabildo de Gran Canaria.
La iniciativa está cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020.
La propuesta ganadora parte de Tempero 2000, una firma con sede en La Puebla de Alfindén, en Zaragoza, que en 2015 patentó internacionalmente un sistema innovador para procesos de desalación, cuyo autor es Manuel Lahuerta, un ingeniero industrial que es director de la compañía especializada en soluciones que fomenten el uso racional y eficiente de las energías.
La UTE formada al 50% entre las dos empresas citadas plantea un sistema de desalinización basado en el proceso de ósmosis inversa en profundidad, a uno 400 metros, que aprovecha la presión natural en el fondo marino como motor para el procedimiento de purificación.
El coste energético se reduce notablemente respecto a las plantas desaladoras convencionales, con un consumo de energía por debajo de los 1,7 kWH por metro cúbico.
A la primera fase del concurso, que consistían en el diseño de la solución innovadora, se presentaron tres proyectos y fueron seleccionados dos.
Esta etapa inicial solo ha sido superada con éxito por la propuesta de las dos empresas, Tempero 2000 y Aguas de Valencia, que ha pasado a la segunda fase, consistente en la ingeniería y pruebas de concepto.
Tras una prueba celebrada el pasado mes de julio en Ricla de desalobración en lugar de desalinización, una demostración realizada en una planta piloto con capacidad para 50 metros cúbicos por día, el próximo mes de septiembre se llevará a cabo el ensayo en la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), situada en la bahía de Taliarte.
Si el resultado es exitoso, la propuesta pasaría a una tercera fase, lo que supondría el desarrollo del prototipo, traslado, instalación y verificación preoperacional en la costa de Agüimes, que sería una planta piloto de mayor escala, para 1.000 metros cúbicos por día, que se alimentaría de energía solar.