13 de junio de 2023

Opinión: Gran Canaria, bastión del progreso

 Martes, 13 de junio.                                                                                                         

Antonio Morales*

Las elecciones municipales, insulares y autonómicas han supuesto, sin lugar a dudas, un avance de las fuerzas conservadoras tanto en Canarias como en el conjunto de España. Es indiscutible que los partidos de derecha en las islas han experimentado un incremento o bien de votos (en el caso de Vox) o bien de poder institucional (en el caso de Coalición Canaria) o bien de ambos (en el caso del Partido Popular).
Necesitamos de un análisis en mayor profundidad sobre las causas de este resultado, aunque es evidente que parece sustentarse en un fuerte descontento y malestar social acumulado desde la pandemia y acrecentado con el encarecimiento de la vida como consecuencia de la inflación y los bandazos de un Gobierno de España enfrentado y, en ocasiones, errático… Tiene que ver también, desde luego, con la ola reaccionaria internacional que agita a la práctica totalidad de Europa y el planeta.
No obstante, en este escenario involucionista destaca singularmente, por lo contrario, la isla de Gran Canaria. Aquí las fuerzas progresistas han mantenido la mayoría en las dos principales instituciones de la isla, (el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria) y, a falta de cerrar acuerdos municipales, se mantendrán gobiernos progresistas en ayuntamientos como Gáldar, Guía, Santa Lucía de Tirajana, Valsequillo, Agüimes, Arucas, Tejeda, Santa Brígida y, previsiblemente, San Mateo, Agaete y Firgas.
Sin embargo, debo reconocer que me entristece especialmente la situación de Telde, en la que parece que van a volver al gobierno local los que protagonizaron los años más negros de esa localidad, caracterizados por la corrupción y una mala gestión que casi lleva al ayuntamiento a la bancarrota. Y Telde, donde se ha hecho un esfuerzo ingente por sanear las cuentas, es un municipio fundamental para Gran Canaria, por población o tejido económico e industrial.
Pero, ¿por qué se produce esta excepción grancanaria en medio del paisaje postelectoral de Canarias? Evidentemente las razones son múltiples y en muchos municipios responde a dinámicas exclusivamente locales. Ahora bien, creo que existe una serie de razones generales que ayudan a explicar la resistencia de las fuerzas progresistas en Gran Canaria.
La primera y más importante es que Gran Canaria tiene un modelo. No voy a detenerme explicando una vez más las bases del proyecto de desarrollo sostenible que defendemos para la isla, pero sí quiero recalcar que hemos sido claros y coherentes en su defensa y ejecución. Es una propuesta compartida por una mayoría social que se ha ido construyendo de la mano del resto de instituciones y de la sociedad civil y esto es algo que sin duda la ciudadanía valora.
Hemos sido capaces de poner de acuerdo y colaborar con ayuntamientos de todo signo político en los asuntos estratégicos para la isla como Salto de Chira, el impulso de Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, las inversiones del Fondo de Desarrollo de Canarias y el Plan de Cooperación con los Ayuntamientos y Mancomunidades, el Marco Estratégico por la Igualdad ‘Gran Canaria Infinita’, o el Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía.
También supimos unirnos para hacer frente a las devastadoras consecuencias del incendio de 2019 a través del programa ‘La Cumbre Vive’ y respondimos de manera rápida y efectiva en los peores momentos de la pandemia, con una amplísima batería de medidas sociales y económicas para paliar sus efectos y para impulsar la recuperación posterior.
Este Cabildo ha puesto en marcha ambiciosas acciones y ha colaborado estrechamente con organizaciones empresariales, como la Cámara de Comercio, en diversas iniciativas de desarrollo económico y de apoyo al tejido económico local. Esto ha sido fundamental para conseguir las buenas cifras de generación de empleo que tenemos. En tiempos en los que la polarización y la crispación están aumentando la desafección ciudadana hacia la política, creo que esta manera de trabajar ha sido reconocida por la mayoría de la ciudadanía de la isla.
Y casi sin tiempo para analizar los resultados electorales, Pedro Sánchez anunciaba una convocatoria de elecciones generales exprés, que va a provocar que se mezclen las negociaciones de los gobiernos locales, insulares y autonómicos con la precampaña y la conformación definitiva de las candidaturas para las elecciones generales.
Son unas elecciones trascendentales en las que se va a decidir si la encargada de gobernar España, en un momento en el que nos jugamos el futuro, va a ser una coalición ultraconservadora (un PP muy conservador apoyado en la ultraderecha de Vox) o no. Entiendo que el actual Gobierno de España ha tenido muchas actuaciones cuestionables, muchas de ellas con Canarias (quiso convertirnos en una isla cárcel, intentó introducir el gas por la puerta de atrás en las islas, dilató la búsqueda de alternativas para la acogida de menores migrantes, cambió las relaciones con Marruecos sin contar con Canarias y traicionando al Sáhara…) pero la alternativa no puede ser un gobierno reaccionario de retroceso en las reformas laborales, la lucha contra la violencia de género, los derechos LGTBIQ+, el avance de las autonomías, el combate al calentamiento global, la penetración de las energía renovables…
Tenemos que empujar para tener un gobierno de progreso y sobre todo para que podamos contar con una presencia necesaria del nacionalismo progresista – como el que representa Nueva Canarias- en el Parlamento español que defienda los intereses de Gran Canaria y de Canarias, una tierra que necesita de políticas verdes, progresistas y justas para poder tener futuro.
Y en este sentido creo que la experiencia de Gran Canaria puede ser una referencia. Que confirma que se puede gobernar desde la izquierda y con un programa abiertamente progresista y verde al tiempo que se construyen amplios consensos sociales, políticos e institucionales. Que la población es capaz de diferenciar con su voto y premiar los proyectos claros y coherentes. En definitiva, tener en cuenta todo aquello que ha ayudado a que hoy por hoy podamos considerar a Gran Canaria como un bastión de progreso.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)