Martes, 18 de julio.
Antonio Morales*
El próximo domingo estamos convocados a votar en una de las elecciones más importantes de los últimos años. Estas elecciones son trascendentales porque en ellas no se trata únicamente de elegir entre diversos modelos de gestión, sino que en este caso se está poniendo en cuestión nuestro modelo de convivencia. Los derechos y las libertades que nos han configurado como sociedad y la mayor parte de los principales avances logrados en las últimas décadas, corren el enorme riesgo de ser desmantelados. Afecta al conjunto del estado español, pero afecta de manera singular a territorios como el nuestro. Canarias se juega su futuro.
Canarias siempre ha sido una tierra acogedora, tolerante, abierta, progresista. Quienes quieren retroceder y volver a épocas oscuras están amenazando también la manera en la que los hombres y mujeres de Canarias concebimos y habitamos el mundo. Incluso durante los años de la dictadura franquista muchos lugares de nuestra Comunidad fueron un refugio de libertad y tolerancia.
La nuestra ha sido una sociedad históricamente multicultural en la que las distintas comunidades nacionales (procedentes prácticamente de casi todos los continentes) han convivido en armonía. Se nos reconoce como referencia internacional para la comunidad LGTBIQ+ y nos hemos convertido en uno de sus principales destinos turísticos.
Pero también somos uno de los territorios que más está sufriendo las consecuencias del cambio climático. Sequías, incendios, pérdida de biodiversidad, fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, tropicalización del clima… Según un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, los efectos adversos podrían suponer incluso el 10% de nuestro producto interior bruto.
Por todos estos motivos parece claro que no habrá futuro para Canarias si gobiernan los que niegan los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBIQ+. O los negacionistas del cambio climático que van a poner en riesgo nuestro sector primario, nuestros ecosistemas, nuestra salud e incluso nuestras playas e infraestructuras turísticas amenazadas ya por inundaciones o aumento del nivel del mar. O los que quieren acabar con el autogobierno y nuestros fueros y no respetan el habla canaria, ni nuestra cultura, ni nuestras tradiciones.
Pero lo cierto es que tampoco podemos confiar en quiénes han gobernado y no han tenido en cuenta las necesidades y los problemas de Canarias. Quienes han intentado convertir a Canarias en islas cárceles para migrantes. Quiénes han traicionado a un pueblo hermano como el saharaui y hacen concesiones a Marruecos que ponen en riesgo a Canarias.
En definitiva, no podemos confiar en quiénes intentan imponernos políticas desde Madrid sin tener en cuenta nuestra voz, nuestras singularidades y nuestra realidad. Porque algo que tenemos que tener claro es que los problemas de Canarias no los van a solucionar quiénes tienen la lealtad a su partido por delante de la lealtad a su tierra.
Por eso hay que decir alto y claro que, como ha demostrado, Nueva Canarias es una garantía de gobierno progresista allí donde ha tenido responsabilidades de gobierno (una parte importante de los ayuntamientos grancanarios, el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo de Gran Canaria o el Gobierno de Canarias en la legislatura que acaba de terminar). Y lo es también de barrera frente a las fuerzas reaccionarias y neofascistas y las ideas centralistas y neocoloniales de la derecha y la extrema derecha. De la misma manera será siempre una barrera, como hemos hecho visible estos últimos cuatro años, para quiénes no respeten la voluntad de nuestro pueblo.
La avala igualmente el trabajo realizado en las Cortes Generales cuando se le ha dado la confianza por parte de la ciudadanía. Ha jugado un papel clave para conseguir desbloquear la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias y de nuestro Regimen Económico y Fiscal (REF), para diferenciar la financiación autonómica que nos corresponde de nuestros fueros fundamentales, para conseguir y mantener la subvención del 75% al transporte de pasajeros y al 100% del de mercancías, para que se financiara el cien por cien del Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (POSEI), para obtener subvenciones e incentivos para el riego agrícola, el sector audiovisual, las renovables, las infraestructuras y los equipamientos básicos, etc.
Pero no nos equivoquemos. No podemos ir a votar a la defensiva, ni votar con miedo, solo para parar a la ultraderecha. Tenemos que votar con orgullo y ambición. Porque queremos ser una referencia de respeto, diversidad y convivencia, de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. Porque queremos demostrar que, aún siendo humildes, podemos mirar al mundo sin complejos y que ahí donde ha gobernado NC se ha mejorado la vida de nuestra gente.
Pero para eso es imprescindible que Nueva Canarias esté en el Congreso y en el Senado. Que tengamos voz y que se nos escuche y que todos tengan muy claro que si no respetan a Canarias nos van a tener enfrente. Y defender una solución justa y segura a la crisis migratoria, la financiación del tren de Gran Canaria, la agilización de la implantación de la eólica marina y el rechazo al gas o la cultura y la identidad canaria. También dar respuesta al reto demográfico, avanzar en la creación de empleo y potenciar la educación y la sanidad públicas, acabar con la escasez de viviendas, fortalecer la lucha contra la pobreza e impulsar las políticas de cuidados, promover la modernización de nuestra oferta turística, la diversificación de la economía canaria y la cogestión del aeropuerto, negándonos a que se privatice la torre de control. Tenemos que intensificar nuestro papel como región ultraperiférica y ayudar al pequeño y mediano comercio y la industria, aumentar la financiación de las infraestructuras básicas, conseguir financiación para proyectos relevantes de los cabildos y ayuntamientos que mejoren las condiciones de vida de sus habitantes,etc.
Por eso solo hay un voto útil para Canarias, para sus hombres y mujeres. Y ese voto se llama Luis Campos al Congreso de los diputados y Txema Santana y Minerva Alonso al Senado por Gran Canaria. Y se llama como todos los candidatos y candidatas que con valentía hemos dado un paso al frente para defender las siglas de Nueva Canarias en estas elecciones, a pesar de que no es fácil.
Por primera vez en muchos años nos presentamos a las elecciones generales libres de ataduras con el insularismo insolidario y eso nos convierte en la única voz progresista, nacionalista y de obediencia canaria.
Recuerdo que hace dos meses, en un Teatro Cuyás abarrotado en el acto de presentación de mi candidatura, dije alto y claro que estaba convencido de que íbamos a ganar las elecciones e iba a volver a ser presidente del Cabildo de Gran Canaria. Y hoy, como presidente del Cabildo de Gran Canaria, les digo que no tengo ninguna duda de que a partir del próximo 23 de julio vamos a contar con una voz canaria progresista, comprometida y trabajadora en el Congreso de los Diputados y en el Senado.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)