Sábado, 15 de febrero.
La Biblioteca Municipal de Arinaga ha reabierto sus puertas tras las obras de aondicionamiento y renovación de sus instalaciones, unos trabajos que han permitido habilitar dos nuevas aulas de estudio mediante la colocación de mamparas modulares.
La antigua sala de lectura se ha transformado en un espacio mixto en el que, además de consultar los libros disponibles, se podrá disponer de un espacio aislado para aquellas personas que necesiten estudiar con más concentración o realizar sus tareas escolares sin molestar ni ser molestados por el resto de personas usuarias.
Con la redistribución, el espacio destinado a la lectua ha pasado a tener una dimensión de 134.04 metros cuadrados, mientras que las aulas de estudio cuentan con 27,31 y 24,89 metros cuadrados, respectivamente.
Una peculiaridad de las mamparas utilizadas es que son móviles, lo que, en caso de necesidad, permitirá la rápida ampliación de la sala principal de lectura, mientras que una de las nuevas aulas, que será utilizada como sala de informática, contará con paneles prefabricados con melanina pintable, un material en cuya superficie se puede escribir y dibujar como si fuera una pizarra.
El cierre temporal durante la ejecución de las obras ha sido aprovechado por el personal municipal para renovar el fondo bibliográfico, un catálogo al que se han añadido más de doscientos títulos de literatura infantil, juvenil y adulta, así como obras de ensayo, cómics y temática actual.
La adquisición de nuevos libros ha sido posible gracias a una subvención de algo más de 10.000 euros concedida por el Cabildo de Gran Canaria.
La antigua sala de lectura se ha transformado en un espacio mixto en el que, además de consultar los libros disponibles, se podrá disponer de un espacio aislado para aquellas personas que necesiten estudiar con más concentración o realizar sus tareas escolares sin molestar ni ser molestados por el resto de personas usuarias.
Con la redistribución, el espacio destinado a la lectua ha pasado a tener una dimensión de 134.04 metros cuadrados, mientras que las aulas de estudio cuentan con 27,31 y 24,89 metros cuadrados, respectivamente.
Una peculiaridad de las mamparas utilizadas es que son móviles, lo que, en caso de necesidad, permitirá la rápida ampliación de la sala principal de lectura, mientras que una de las nuevas aulas, que será utilizada como sala de informática, contará con paneles prefabricados con melanina pintable, un material en cuya superficie se puede escribir y dibujar como si fuera una pizarra.
El cierre temporal durante la ejecución de las obras ha sido aprovechado por el personal municipal para renovar el fondo bibliográfico, un catálogo al que se han añadido más de doscientos títulos de literatura infantil, juvenil y adulta, así como obras de ensayo, cómics y temática actual.
La adquisición de nuevos libros ha sido posible gracias a una subvención de algo más de 10.000 euros concedida por el Cabildo de Gran Canaria.