Jueves, 13 de marzo.
Canarias7
La empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio, contratada por el Cabildo de Gran Canaria, ha comenzado hace unos días los trabajos para tratar de recuperar los paneles de grabados rupestres en Agüimes, uno de ellos de factura aborigen, que fueron víctimas recientemente de un acto vandálico que provocó su alteración.
A este respecto, el Inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, Javier Velasco, explica que tras varias catas y pruebas para determinar el alcance y tipo de los daños se ha decidido aplicar un tratamiento poco invasivo pero efectivo para restaurar los dibujos.
En principio, primero se realiza una limpieza con alcohol para retirar la tinta impregnada en los grabados y después de usará tierra del entorno para reducir el impacto de este saneamiento en la piedra y devolverle la pátina natural que pueda perder.
Velasco apunta también que se estuvieron barajando varios productos distintos, pero al final se optó por el alcohol porque, además de inocuo para el basalto, se evapora muy rápidamente.
Tal y como informó en su momento el Cabildo de Gran Canaria, tras una denuncia de la Asociación El Legado: Cultura y Patrimonio, el autor del acto vandálico subrayó con un rotulador las siluetas distribuidas en dos paneles distintos sobre piedra.
En uno de ellos se despliegan ocho siluetas de tipo antropomorfo y de época prehispánica, de al menos cinco siglos de antigüedad, y de las que se vieron afectadas seis, mientras que en el segundo fue alterado el dibujo de un barco, practicado posiblemente, y a tenor del tipo de velamen y estructura la nave representada, por un pastor de la zona en algún momento en algún momento entre los siglos XVII y XVIII.
El arqueólogo Félix Mendoza y las restauradoras Sara Boch y Denise Echegaray, comenzaron a trabajar en el panel del barco, un grabado practicado mediante incisión profunda, técnica que hace que la línea del dibujo sea más fina o estrecha, por lo que la aplicación de alcohol, por muy precisa que sea, se notará en la superificie que bordea las rayas.
Por efecto de la limpieza, el grabado podrá quedar más blanquecino o grisáceo, razón por la que el tintado natural posterior se realiza con tierra del mismo entorno.
No obstante, todo indica que el trabajo en este panel se notará menos que en el otro, cuyas figuras tienen un trazo más grueso al haber sido realizado por la técnica del picado.
A este respecto, el Inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, Javier Velasco, explica que tras varias catas y pruebas para determinar el alcance y tipo de los daños se ha decidido aplicar un tratamiento poco invasivo pero efectivo para restaurar los dibujos.
En principio, primero se realiza una limpieza con alcohol para retirar la tinta impregnada en los grabados y después de usará tierra del entorno para reducir el impacto de este saneamiento en la piedra y devolverle la pátina natural que pueda perder.
Velasco apunta también que se estuvieron barajando varios productos distintos, pero al final se optó por el alcohol porque, además de inocuo para el basalto, se evapora muy rápidamente.
Tal y como informó en su momento el Cabildo de Gran Canaria, tras una denuncia de la Asociación El Legado: Cultura y Patrimonio, el autor del acto vandálico subrayó con un rotulador las siluetas distribuidas en dos paneles distintos sobre piedra.
En uno de ellos se despliegan ocho siluetas de tipo antropomorfo y de época prehispánica, de al menos cinco siglos de antigüedad, y de las que se vieron afectadas seis, mientras que en el segundo fue alterado el dibujo de un barco, practicado posiblemente, y a tenor del tipo de velamen y estructura la nave representada, por un pastor de la zona en algún momento en algún momento entre los siglos XVII y XVIII.
El arqueólogo Félix Mendoza y las restauradoras Sara Boch y Denise Echegaray, comenzaron a trabajar en el panel del barco, un grabado practicado mediante incisión profunda, técnica que hace que la línea del dibujo sea más fina o estrecha, por lo que la aplicación de alcohol, por muy precisa que sea, se notará en la superificie que bordea las rayas.
Por efecto de la limpieza, el grabado podrá quedar más blanquecino o grisáceo, razón por la que el tintado natural posterior se realiza con tierra del mismo entorno.
No obstante, todo indica que el trabajo en este panel se notará menos que en el otro, cuyas figuras tienen un trazo más grueso al haber sido realizado por la técnica del picado.