Domingo, 13 de abril.
Redacción
El Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria está llevando a cabo los trabajos de restauración de una de las imágenes del patrimonio artístico de la Parroquia de San Sebastián de Agüimes, la talle de San Juan Evangelista, que estará totalmente lista para su salida en procesión durante esta Semana Santa.
La imagen es una escultura de bulto redondo del siglo XVIII, atribuida a Antonio Almeida y forma parte del Retablo del Calvario de la Iglesia de San Sebastián de Agüimes, en la que también figuran las tallas de Cristo Crucificado y la Virgen de los Dolores, donada por Pedro de Westerling.
La escultura fue realizada en madera policromada al óleo y presentaba importantes deterioreos como una gran falla vertical en la parte trasera, repintes en el manto rosa y la pérdida de una falange en la mano izquiera.
Entre otros procesos, las restauradoras Miriam Domínguez y Gea Rodríguez, encargadas de estos trabajos, han aplicado estucos, técnicas decorativas cuyo efecto es similar al del mármol con un textura aterciopelada, y a la reintegración de color a través de métodos reversibles como la acuarela.
El Retablo del Calvario de la Iglesia de San Sebastián de Agüimes, que procede de la Ermita de San Antonio Abad, construida en la segunda mitad del siglo XVI y que se ubicaba en la actual Plaza de San Antón, donde hoy se encuentra en Centro de Interpretación del Casco Histórico.
La imagen es una escultura de bulto redondo del siglo XVIII, atribuida a Antonio Almeida y forma parte del Retablo del Calvario de la Iglesia de San Sebastián de Agüimes, en la que también figuran las tallas de Cristo Crucificado y la Virgen de los Dolores, donada por Pedro de Westerling.
La escultura fue realizada en madera policromada al óleo y presentaba importantes deterioreos como una gran falla vertical en la parte trasera, repintes en el manto rosa y la pérdida de una falange en la mano izquiera.
Entre otros procesos, las restauradoras Miriam Domínguez y Gea Rodríguez, encargadas de estos trabajos, han aplicado estucos, técnicas decorativas cuyo efecto es similar al del mármol con un textura aterciopelada, y a la reintegración de color a través de métodos reversibles como la acuarela.
El Retablo del Calvario de la Iglesia de San Sebastián de Agüimes, que procede de la Ermita de San Antonio Abad, construida en la segunda mitad del siglo XVI y que se ubicaba en la actual Plaza de San Antón, donde hoy se encuentra en Centro de Interpretación del Casco Histórico.
