Domingo, 13 de abril.
Canarias7
Moussa Traore, un joven maliense de 18 años al que España le ha dado refugio, llegó a Canarias siendo menor y la comunidad lo tuteló hasta que cumplió la mayoría de edad, cuando pasó a ocupar una plaza que gestiona la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) hasta el pasado día 4.
En ese momento, el Ministerio de Migraciones le ofreció la posibilidad de trasladarse a un centro en Sevilla, una opción a la que el chico no ha querido acogerse, porque ha echado raíces en la isla gracias a que es jugador del Unión Agüimes CF.
El rechazo a mudarse a Andalucía hizo que Moussa Traore tuviera que dormir ese día en el Parque de Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, pasando mucho frío y vestido únicamente con un pantalón vaquero, una camiseta y una sudadera.
Sin embargo, un compañero del Unión Agüimes CF le contó la noticia a su madre, Delia Delgado, y sin dudarlo ni un solo momento fue a buscarlo al Cruce de Arinaga, donde se encontraba en ese momento, para ir al hostal de Las Palmas de Gran Canaria donde CEAR gestiona algunas plazas a recoger sus cosas y regresar a su domicilio con el joven.
Ya en su casa, esta vecina de Agüimes, donde vive con sus dos hijos y su madre, que enseguida aseguró que "donde comen dos comen tres", manifiesta que están adaptándose a la situación, y añade que su hijos le llaman "hermano" y él me llama "mamá".
A lo largo de esta semana, han ido a arreglar toda la documentación de Moussa Traore, que va a realizar un curso de camarero y a estudiar español, porque lo entiende bien pero le cuesta hablarlo porque es muy tímido.
El joven, que no quería irse a Sevilla para tener que empezar de cero por segunda vez, ha señalado que no fue la única persona que se quedó en la calle, ya que también fueron expulsados del centro otro chico y una chica.
En ese momento, el Ministerio de Migraciones le ofreció la posibilidad de trasladarse a un centro en Sevilla, una opción a la que el chico no ha querido acogerse, porque ha echado raíces en la isla gracias a que es jugador del Unión Agüimes CF.
El rechazo a mudarse a Andalucía hizo que Moussa Traore tuviera que dormir ese día en el Parque de Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, pasando mucho frío y vestido únicamente con un pantalón vaquero, una camiseta y una sudadera.
Sin embargo, un compañero del Unión Agüimes CF le contó la noticia a su madre, Delia Delgado, y sin dudarlo ni un solo momento fue a buscarlo al Cruce de Arinaga, donde se encontraba en ese momento, para ir al hostal de Las Palmas de Gran Canaria donde CEAR gestiona algunas plazas a recoger sus cosas y regresar a su domicilio con el joven.
Ya en su casa, esta vecina de Agüimes, donde vive con sus dos hijos y su madre, que enseguida aseguró que "donde comen dos comen tres", manifiesta que están adaptándose a la situación, y añade que su hijos le llaman "hermano" y él me llama "mamá".
A lo largo de esta semana, han ido a arreglar toda la documentación de Moussa Traore, que va a realizar un curso de camarero y a estudiar español, porque lo entiende bien pero le cuesta hablarlo porque es muy tímido.
El joven, que no quería irse a Sevilla para tener que empezar de cero por segunda vez, ha señalado que no fue la única persona que se quedó en la calle, ya que también fueron expulsados del centro otro chico y una chica.