Martes, 26 de agosto.
Redacción
Los grupos ecologistas en Gran Canaria han denunciado la muerte de varias aves protegidas después de chocar con la antena anemométrica instalada hace unos meses en la Zona Especial de Conservación de la Punta de la Sal, en la Playa de Cabrón,
Entre los animales afectados, figuran dos pardelas cenicientas, un ave marina en régimen de protección especial en Canarias, clasificada como Vulnerable (VU) en la Lista roja de Aves de España por su reisgo de extinción.
Aunque es una especie que vive en mar abierto, cría en las islas, donde las colonias sufren las principales amenazas de especies invasoras como gatos y ratas, que reducen el éxito reproductivo.
Además, los pollos se desorientan con la contaminación lumínica durante su primer vuelo al mar (de octubre a noviembre) y son recogidos por programas de rescate.
En declaraciones a Televisión Canaria, los representes de los colectivos ecologistas señalan que el problema radica en que estas aves vuelan de noche y chocan con los cables de la antena, que actúan como auténticas cuchillas que las mutilan.
El permiso para la instalación de este instrumento de medición del viento en la Playa de Cabrón fue concedido por el Ayuntamiento de Agüimes por un periodo máximo de doce meses, ya que era el paso necesario para la futura ubicación de un parque de energía eólica marina.
Según informa Televisión Canaria, el consistorio ha reconocido meses después, tras un informe de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, que el permiso para instalar esta torres ha sido un error.
A este respecto, el Consejero de Medio Ambiente de la primera institución insular, Raúl García Brink, apunta que "la desaparición de esa antena anemométrica de un espacio natural protegido, donde causa un daño importante sobre la biodiversidad, debe acometerse lo antes posible".
El Ayuntamiento de Agüimes, en base al citado estudio, ha requerido ya a la empresa propietaria de la infraestructura que la se proceda a su retirada, algo que espera que se lleve a cabo en los próximos días.
Entre los animales afectados, figuran dos pardelas cenicientas, un ave marina en régimen de protección especial en Canarias, clasificada como Vulnerable (VU) en la Lista roja de Aves de España por su reisgo de extinción.
Aunque es una especie que vive en mar abierto, cría en las islas, donde las colonias sufren las principales amenazas de especies invasoras como gatos y ratas, que reducen el éxito reproductivo.
Además, los pollos se desorientan con la contaminación lumínica durante su primer vuelo al mar (de octubre a noviembre) y son recogidos por programas de rescate.
En declaraciones a Televisión Canaria, los representes de los colectivos ecologistas señalan que el problema radica en que estas aves vuelan de noche y chocan con los cables de la antena, que actúan como auténticas cuchillas que las mutilan.
El permiso para la instalación de este instrumento de medición del viento en la Playa de Cabrón fue concedido por el Ayuntamiento de Agüimes por un periodo máximo de doce meses, ya que era el paso necesario para la futura ubicación de un parque de energía eólica marina.
Según informa Televisión Canaria, el consistorio ha reconocido meses después, tras un informe de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, que el permiso para instalar esta torres ha sido un error.
A este respecto, el Consejero de Medio Ambiente de la primera institución insular, Raúl García Brink, apunta que "la desaparición de esa antena anemométrica de un espacio natural protegido, donde causa un daño importante sobre la biodiversidad, debe acometerse lo antes posible".
El Ayuntamiento de Agüimes, en base al citado estudio, ha requerido ya a la empresa propietaria de la infraestructura que la se proceda a su retirada, algo que espera que se lleve a cabo en los próximos días.
