29 de septiembre de 2025

Ruth Rubio Fernández, galardonada en el III Certamen Internacional de Textos Teatrales Orlando Hernández Martín

 Viernes, 26 de septiembre.  

La autora, Ruth Fernández, galardonada por la AC Orlando Hernández Martín

Redacción

A principios de septiembre, el jurado del III Certamen Internacional de Textos Teatrales Orlando Hernández Martín decidió otorgar por unanimidad el premio a la obra "Cómo fabricar una bomba causal", de Ruth Rubio Fernández, cuyo título original es "Cómo hacer una bomba en la cocina de tu mamá", y que será objeto de una lectura dramatizado el próximo mes de octubre, en el marco del 38º Festival del Sur - Encuentro Teatral Tres Contienentes.
Para ello, el jurado, integrado por Esther Muñoz, José Manuel Higes, Javier LIñera, Conchita López y Agustín Carlos López, en calidad de presidente, ha valorado que se trate de una propuesta que trasciende los márgenes habituales de la escritura dramática contemporánea.
Su fuerza, señala la Asociación Cultural Orlando Hernández Martín, no reside únicamente en el tema que aborda, sino en cómo lo hace, desde la ironía, la crítica sociopolítica, el desgarro íntimo y un uso del lenguaje absolutamente afilado y portente.
La protagonista de "Cómo fabricar una bomba causal", Lucía (Lucy, Lusía, eh tú...) se sitúa en el epicentro de un colapso personal que es también colectivo.
En su cuerpo, en su monólogo espiralado y polifónico, resuenan la precariedad laboral, la disociación emocional, la maternidad impuesta, el malestar sistémico, la alineación capitalista y el deseo urgente de desaparecer
En cuanto a la estructura, la obra se plantea como un ensayo escéncio en primera persona, fragementado, reiterativo con intención donde la lógica narrativa es reemplazada por una poética de la catástrofe, combinando en el texto monólogo, referencias pop y política de clase.
Se trata de una obra de alta complejidad dramatúrgica y emocinal que destaca por su capacidad de convertir la palabra en acción escénica sin necesidad de diálogo tradicional.
La voz de Lucía es un torrente que se quiebra y se reconstruye en tiempo real, lo que hace que el lector-espectador entre en un circuito cerrado de pensamiento que se va saturando hasta que lo único que puede provocar la transformación es algo que estalle.
El final del texto, con su componente simbólico, abierto y demoledor, deja suspendida una pregunta sobre el sentido de la identidad, la maternidad, el heroísmo y la disidencia.