Sábado, 18 de octubre.
Redacción
Los vecinos-as de la calle Artemi Semidán, en el Cruce de Arinaga, están manifestando su profunda preocupación ante la situación que está provocando la okupación ilegal de una vivienda abandonada, propiedad actualmente de una entidad bancaria, según informa el Concejal de Coalición Canaria (CC) en el Ayuntamiento de Agüimes, Antonio Vélez.
El inmueble, ubicado en el número 33 de la citada calle, presenta un avanzado estado de deterioro, acumulación de basura, cables sueltos, bicicletas y enseres abandonados, lo que genera un gran riesgo de incendio y problemas de salubridad pública.
Los vecinos-as de la zona aseguran que, desde hace meses, personas sin relación con los antiguos propietarios-as han okupado la vivienda para utilizarlo como punto de reunión nocturna, causando ruidos y destrozos, lo que deriva en temor hacia el resto de la población.
Ante esta problemática, las personas afectadas reclaman una intervención urgente de las autoridades, tanto para garantizar la seguridad ciudadana como para exigir a la entidad propietaria, o en su defecto a la administración competente, la limpieza, cierre y recuperación del espacio.
A este respecto, un vecino asegura que "no podemos seguir viviendo con miedo a que ocurra una desgracia dentro de esta casa, que presenta la fachada quemada y la puerta rota, y que genera cada día más peligros".
Finalmente, la ciudadanía que reside en las inmediaciones confían que de manera inmeidata se pueda devolver la seguridad y la buena convivencia a la zona, que ha pasado, señalan algunas personas, "en un foco de inseguridad y abandono".
El inmueble, ubicado en el número 33 de la citada calle, presenta un avanzado estado de deterioro, acumulación de basura, cables sueltos, bicicletas y enseres abandonados, lo que genera un gran riesgo de incendio y problemas de salubridad pública.
Los vecinos-as de la zona aseguran que, desde hace meses, personas sin relación con los antiguos propietarios-as han okupado la vivienda para utilizarlo como punto de reunión nocturna, causando ruidos y destrozos, lo que deriva en temor hacia el resto de la población.
Ante esta problemática, las personas afectadas reclaman una intervención urgente de las autoridades, tanto para garantizar la seguridad ciudadana como para exigir a la entidad propietaria, o en su defecto a la administración competente, la limpieza, cierre y recuperación del espacio.
A este respecto, un vecino asegura que "no podemos seguir viviendo con miedo a que ocurra una desgracia dentro de esta casa, que presenta la fachada quemada y la puerta rota, y que genera cada día más peligros".
Finalmente, la ciudadanía que reside en las inmediaciones confían que de manera inmeidata se pueda devolver la seguridad y la buena convivencia a la zona, que ha pasado, señalan algunas personas, "en un foco de inseguridad y abandono".