Lunes, 3 de noviembre.
Canarias7
La alternativa para la ampliación del Puerto de Arinaga por la que se decanta la Autoridad Portuaria de Las Palmas propone la generación de una explanada concesionable de 75.000 metros cuadrados en el exterior del muelle, la prolongación del mismo en 150 metros mar adentro, la construcción de un nuevo dique vertical de 490 metros para la protección de ese muelle mediante cajones fondeados y el dragado de 69.000 metros cuadrados para garantizar un calado de 14 metros.
Así figura en el proyecto inicial registrado ante el Ministerio para la Transición Ecológica para que se pronuncie sobre su viabilidad y elabore el documento de alcance del estudio de impacto ambiental, un trámite necesario porque la declaración de impacto del anterior proyecto expiró el 10 de diciembre de 2019, por lo que en junio de 2022 la Autoridad Portuaria de Las Palmas encargó un nuevo estudio de alternativas.
Las tres opciones incluidas en el proyecto inicial comparten varias actuaciones, pero presentan diferencias significativas en la magnitud de las obras, el volumen de dragado y relleno y el nivel de intervención sobre el medio marino y costero.
Las actuaciones comunes para permitir el desarrollo de una explanada portuaria de 75.000 metros cuadrados pasan por la prolongación del dique de abrigo, extendido hacia el sureste mediante un tramo de dique en talud formando un chaflán, seguido de un nuevo dique vertical de cajones, paralelo al existente, con longitud variable según la alternativa.
También comparten la demolición parcial del espaldón actual, cuyo material será integrado en las nuevas obras como relleno; la ejecución de un muelle de cierre sur, de 130 metros de largo; y el dragado del interior de la dársena para alcanzar una cota operativa de -14 metros en un área de 69.000 metros cuadrados en las alternativas más completas.
Además, las tres opciones contemplan el relleno de la nueva explanada logística, con material procedente del dragado, la demolición y aportes externos de material inerte adecuado; y la pavimentación portuaria final.
El documento inicial sostiene que, desde el punto de vista técnico y funcional, la alternativa 0 "representa la opción más completa y estratégica" porque su configuración «permite un aprovechamiento máximo del espacio portuario, garantiza un desarrollo logístico compatible con el crecimiento previsto en el Plan Director de Infraestructuras (PDI), y posibilita una operación eficiente del tráfico Ro-Ro gracias a la prolongación del muelle y a una disposición de atraques más operativa.
No obstante, reconoce que su implementación conlleva "una ejecución más compleja, mayores necesidades de dragado, y una inversión económica superior".
Se trata, señala, de "la opción más equilibrada desde una perspectiva estratégica y de largo plazo", aunque "su ejecución deberá ir acompañada de una planificación ambiental rigurosa, medidas de mitigación y compensación específicas".
Así, serán necesarios seguimientos exhaustivos sobre los elementos ecológicos sensibles, especialmente de los hábitats marinos con Cymodocea nodosa» (sebadales), fanerógama marina protegida por normativa europea que puede verse afectada por la turbidez, sedimentación y alteración del hábitat asociadas a las obras.
Las superficies de afección previstas durante la ejecución de las obras alcanzan los 53.900 metros cuadrados en el medio terrestre y los 405.400 metros cuadrados en el medio marino.
Así figura en el proyecto inicial registrado ante el Ministerio para la Transición Ecológica para que se pronuncie sobre su viabilidad y elabore el documento de alcance del estudio de impacto ambiental, un trámite necesario porque la declaración de impacto del anterior proyecto expiró el 10 de diciembre de 2019, por lo que en junio de 2022 la Autoridad Portuaria de Las Palmas encargó un nuevo estudio de alternativas.
Las tres opciones incluidas en el proyecto inicial comparten varias actuaciones, pero presentan diferencias significativas en la magnitud de las obras, el volumen de dragado y relleno y el nivel de intervención sobre el medio marino y costero.
Las actuaciones comunes para permitir el desarrollo de una explanada portuaria de 75.000 metros cuadrados pasan por la prolongación del dique de abrigo, extendido hacia el sureste mediante un tramo de dique en talud formando un chaflán, seguido de un nuevo dique vertical de cajones, paralelo al existente, con longitud variable según la alternativa.
También comparten la demolición parcial del espaldón actual, cuyo material será integrado en las nuevas obras como relleno; la ejecución de un muelle de cierre sur, de 130 metros de largo; y el dragado del interior de la dársena para alcanzar una cota operativa de -14 metros en un área de 69.000 metros cuadrados en las alternativas más completas.
Además, las tres opciones contemplan el relleno de la nueva explanada logística, con material procedente del dragado, la demolición y aportes externos de material inerte adecuado; y la pavimentación portuaria final.
El documento inicial sostiene que, desde el punto de vista técnico y funcional, la alternativa 0 "representa la opción más completa y estratégica" porque su configuración «permite un aprovechamiento máximo del espacio portuario, garantiza un desarrollo logístico compatible con el crecimiento previsto en el Plan Director de Infraestructuras (PDI), y posibilita una operación eficiente del tráfico Ro-Ro gracias a la prolongación del muelle y a una disposición de atraques más operativa.
No obstante, reconoce que su implementación conlleva "una ejecución más compleja, mayores necesidades de dragado, y una inversión económica superior".
Se trata, señala, de "la opción más equilibrada desde una perspectiva estratégica y de largo plazo", aunque "su ejecución deberá ir acompañada de una planificación ambiental rigurosa, medidas de mitigación y compensación específicas".
Así, serán necesarios seguimientos exhaustivos sobre los elementos ecológicos sensibles, especialmente de los hábitats marinos con Cymodocea nodosa» (sebadales), fanerógama marina protegida por normativa europea que puede verse afectada por la turbidez, sedimentación y alteración del hábitat asociadas a las obras.
Las superficies de afección previstas durante la ejecución de las obras alcanzan los 53.900 metros cuadrados en el medio terrestre y los 405.400 metros cuadrados en el medio marino.
