Domingo, 7 de diciembre.
La Provincia
Nehomer Sánchez, investigador experto en las propiedades antioxidantes y agroalimentarias del lúpulo, presentó su investigación el pasado mes de noviembre en el XI Congreso Internacional de Ingeniería Agroalimentaria (CIIA-2025), uno de los más importantes del mundo, celebrado en Costa Rica.
Su estudio, en el que basa su tesis doctoral, analiza cómo esta flor puede actuar como principio activo en alimentos y productos y ser un potencial preventivo frente a enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson y algunos tipos de cáncer.
El lúpulo va más allá de la cerveza como Neos, creada por Nehome Sánchez en el Polígono Industrial de Arinaga, a la que transmite un sabor afrutado sin contener fruta, sino que es la "hija" de sus estudios como antioxidante.
El investigador, licenciado en Ciencia y Tecnología de Alimentos por la Universidad de La Laguna (ULL) de Tenerife y Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria, en estos momentos desarrolla el doctorado y su investigación del Programa en Sanidad Animal y. Seguridad Alimentaria del Instituto Universitario de Investigación (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con la colaboración del CSIC-CEBAS de Murcia.
Su participación en el encuentro internacional de Costa Rica se debe a una invitación cursada por el comité científico del congreso, que se desarrolló en el Campus Tecnológico de San Carlos, que reunió a expertos/as de univeridades, empresas y administraciones con el objetivo común de convertir el conocimiento en soluciones reales para mejorar la alimentación, agregar valor a los productos agrícolas y fortalecer la vida en el medio rural.
La investigación de Nehomer Sánchez, titulada "Actividad antioxidante del lúpulo", fue seleccionada para ser expuesta en el eje científico "Productos funcionales y valor agregado", dedicado a trabajos que buscan desarrollar alimentos con beneficios para la salud.
Explicado de forma sencilla, el trabajo analiza el potencial que poseen las sustancias del lúpulo para frenar la oxidación a través de su componentes falavonoides que aportan el sabor amargo a la cerveza, pero que también están relacionados con efectos beneficiosos para la salud, y el objetivo es determinar qué tipos de lúpulo tienen mayor potencial para desarrollar productos alimentarios con valor añadido.
El trabajo de Nehomer Sánchez analiza su actividad antioxidante, es decir, su capacidad para proteger el organismo frente al desgaste celular, un aspecto clave en la creación de alimentos funcionales y productos saludables.
El investigador lleva cinco años estudiando y en Venezuela ya ganó en 2004 un premio nacional a la investigación de las propiedades antioxidantes de los alimentos vegetales.
En su trabajo obseva que el lúpulo no es solo un ingrediente esencial de la cerveza, pues contiene polifenoles y ácidos alfa, cuya concentración varía según la variedad de las casi 300 existentes, y especifica que el equipo seleccionó diez genotipos cultivados en seis países diferentes, y que gracias a distintos experimentos se comprobó que esta sustancias activas actúan como freno de la oxidación, un mecanismo clave en el desarrollo de numerosas enfermedades degenerativas.
Los hallazgos abren la puerta a aplicaciones de la flor en alimentos y bebidas funcionales, como ya lo hace con la cerveza artesanal Neos (100% natural).
Su estudio, en el que basa su tesis doctoral, analiza cómo esta flor puede actuar como principio activo en alimentos y productos y ser un potencial preventivo frente a enfermedades degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson y algunos tipos de cáncer.
El lúpulo va más allá de la cerveza como Neos, creada por Nehome Sánchez en el Polígono Industrial de Arinaga, a la que transmite un sabor afrutado sin contener fruta, sino que es la "hija" de sus estudios como antioxidante.
El investigador, licenciado en Ciencia y Tecnología de Alimentos por la Universidad de La Laguna (ULL) de Tenerife y Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria, en estos momentos desarrolla el doctorado y su investigación del Programa en Sanidad Animal y. Seguridad Alimentaria del Instituto Universitario de Investigación (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con la colaboración del CSIC-CEBAS de Murcia.
Su participación en el encuentro internacional de Costa Rica se debe a una invitación cursada por el comité científico del congreso, que se desarrolló en el Campus Tecnológico de San Carlos, que reunió a expertos/as de univeridades, empresas y administraciones con el objetivo común de convertir el conocimiento en soluciones reales para mejorar la alimentación, agregar valor a los productos agrícolas y fortalecer la vida en el medio rural.
La investigación de Nehomer Sánchez, titulada "Actividad antioxidante del lúpulo", fue seleccionada para ser expuesta en el eje científico "Productos funcionales y valor agregado", dedicado a trabajos que buscan desarrollar alimentos con beneficios para la salud.
Explicado de forma sencilla, el trabajo analiza el potencial que poseen las sustancias del lúpulo para frenar la oxidación a través de su componentes falavonoides que aportan el sabor amargo a la cerveza, pero que también están relacionados con efectos beneficiosos para la salud, y el objetivo es determinar qué tipos de lúpulo tienen mayor potencial para desarrollar productos alimentarios con valor añadido.
El trabajo de Nehomer Sánchez analiza su actividad antioxidante, es decir, su capacidad para proteger el organismo frente al desgaste celular, un aspecto clave en la creación de alimentos funcionales y productos saludables.
El investigador lleva cinco años estudiando y en Venezuela ya ganó en 2004 un premio nacional a la investigación de las propiedades antioxidantes de los alimentos vegetales.
En su trabajo obseva que el lúpulo no es solo un ingrediente esencial de la cerveza, pues contiene polifenoles y ácidos alfa, cuya concentración varía según la variedad de las casi 300 existentes, y especifica que el equipo seleccionó diez genotipos cultivados en seis países diferentes, y que gracias a distintos experimentos se comprobó que esta sustancias activas actúan como freno de la oxidación, un mecanismo clave en el desarrollo de numerosas enfermedades degenerativas.
Los hallazgos abren la puerta a aplicaciones de la flor en alimentos y bebidas funcionales, como ya lo hace con la cerveza artesanal Neos (100% natural).
