
Durante estas Jornadas intervendrán técnicos de reconocido prestigio en el ámbito nacional en la recuperación de razas porcinas en peligro de extinción, además de la exposición de experiencias prácticas en las islas de Gran Canaria y Tenerife.
Así mismo, acudirán ponentes de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que hablarán de la importancia de la calidad de la carne. Dentro de las ponencias estará representada el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, que expondrá la importancia de la certificación de calidad en productos agroalimentarios de origen animal.
Estas Jornadas culminarán con una visita práctica de campo a una granja de Cochino Negro Canario, patrocinada por el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas y con una degustación de productos elaborados con carne de Cochino Negro Canario en la Granja El Tío Isidro.
Hasta los años 50 del pasado siglo en Gran Canaria, casi la totalidad de los cochinos explotados eran de la raza Cochino Negro Canario, un animal muy rústico y adaptado a Canarias desde la llegada de los conquistadores, que sufrió cruces con las distintas oleadas de inmigración a Canarias y que viajó hacia Sudamérica en la emigración canaria.
Esta raza fue descrita científicamente por el Doctor en Veterinaria, Juan Capote, a mediados de los años 80. Hay que destacar que con la introducción de los cerdos blancos provenientes de Europa, esta raza pasó de ser casi la única en Canarias a estar en peligro de extinción en apenas 20 años.
Vinculada tradicionalmente a la economía doméstica, estos animales formaron parte de la vida cotidiana de los grancanarios, que los alimentaban con restos de la comida, cultivos, cereales y otras muchos subproductos para que los animales alcanzaran un peso máximo lo antes posible. En este sentido, en la memoria del pueblo canario está presente la Matanza del Cochino como un día de fiesta y jolgorio, en la que las familias convidaban a personas conocidas y a la vecindad.
El Cochino Negro Canario se caracteriza por ser una raza de lento crecimiento, longilínea y de tamaño medio. Un ejemplar bien alimentado, puede tardar de seis a ocho meses en alcanzar un peso de sacrificio en torno a los 70 kilogramos, el doble de tiempo que un cerdo blanco. Esta propiedad es la que hace que la disposición de las fibras musculares confiera a la carne un exquisito sabor y una textura excelente para la preparación de carne frita en tacos, morcillas, chorizos, etc.
Otra de sus principales características es su aspecto externo, totalmente negro con pelos gruesos, orejas grandes triangulares y caídas hacia el hocico, que debe ser arrugado y ultracóncavo.
Hoy por hoy, varios ganaderos integran la Asociación Insular de Criadores de Cochino Negro Canario, cuyo objetivo es conseguir de las administraciones públicas, fondos para tipificar productiva y genéticamente la raza y además conservar la misma. Además, se pretende estudiar la elaboración de productos alternativos, como el jamón canario de Cochino Negro, morcillas de Agüimes, etc., e intentar una vía de comercialización para estos productos.
El Cochino Negro Canario es una raza que está en peligro y que no debería desparecer, ya que ha formado parte de nuestra historia más cercana y ayudó a muchas familias a subsistir en época de penuria, además de ser la única raza porcina autóctona de Canarias.
Fotografía: El Consejero de Agricultura del Cabildo Insular de Gran Canaria, Demetrio Suárez, junto al Concejal de Agricultura del Ayto. de Agüimes, Agustín Trujillo, durante la presentación ayer de las Jornadas.