Europa Press
La denuncia de una ciudadana ucraniana que manifestó haber sido obligada a ejercer la prostitución en un club del Sur de Gran Canaria, provocó el desarrollo de la investigación por la que se tuvo conocimiento de que estos clubes estaban vinculados a ramificaciones de mafias checas y polacas, que se dedicaban a introducir mujeres en España bajo falsas promesas de trabajo que mejoraría la situación económica, tanto de ellas como de sus familias.
Estas chicas eran captadas en sus países de origen y posteriormente llevadas a varios puntos del continente europeo, comprobando que una rama de la organización las llevaba a clubes dedicados a la prostitución en el Sur de Gran Canaria.
Una vez que las mujeres estaban en España, se llevaban la sorpresa de que no existían los trabajos ofertados y que habían contraído una deuda con la "organización" que tenían que pagar ofreciendo sus servicios sexuales a los clientes de diversos clubes. Alguna de ellas era retenida contra su voluntad.
La Policía destaca que mientras ha durado la operación, las colaboraciones con policías de otros países, tanto comunitarias como extracomunitarias, ha sido una constante, y el flujo de información entre ambos, continuo. Igualmente, en varias ocasiones se ha colaborado de forma activa con agentes adscritos a la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas.
La denuncia de una ciudadana ucraniana que manifestó haber sido obligada a ejercer la prostitución en un club del Sur de Gran Canaria, provocó el desarrollo de la investigación por la que se tuvo conocimiento de que estos clubes estaban vinculados a ramificaciones de mafias checas y polacas, que se dedicaban a introducir mujeres en España bajo falsas promesas de trabajo que mejoraría la situación económica, tanto de ellas como de sus familias.
Estas chicas eran captadas en sus países de origen y posteriormente llevadas a varios puntos del continente europeo, comprobando que una rama de la organización las llevaba a clubes dedicados a la prostitución en el Sur de Gran Canaria.
Una vez que las mujeres estaban en España, se llevaban la sorpresa de que no existían los trabajos ofertados y que habían contraído una deuda con la "organización" que tenían que pagar ofreciendo sus servicios sexuales a los clientes de diversos clubes. Alguna de ellas era retenida contra su voluntad.
La Policía destaca que mientras ha durado la operación, las colaboraciones con policías de otros países, tanto comunitarias como extracomunitarias, ha sido una constante, y el flujo de información entre ambos, continuo. Igualmente, en varias ocasiones se ha colaborado de forma activa con agentes adscritos a la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas.
La última intervención se realizó a finales del presente mes, desplegando un operativo policial que procedió a la entrada simultánea en tres clubes dedicados al alterne y a la prostitución, concretamente, el Club New Claudine en Playa de Inglés, el Club Las Rosas en San Agustín y El Club Eve en Puerto Rico. Posteriormente, se procedió a la entrada en el Club Punto Rojo, sito en el Polígono Industrial de Arinaga. Durante el transcurso de toda la operación, los agentes contaron con la colaboración de seis funcionarios de la Inspección Provincial de Trabajo de Las Palmas.
Las siete personas detenidas son los actuales propietarios de los clubes o personas relacionadas directamente con la dirección de los mismos, así como antiguos propietarios a los que aún no se les había detenido.
A los detenidos se les imputan varios presuntos delitos, tales como inducción a la prostitución (incluido a menores de edad), asociación ilícita, delito contra los derechos de los trabajadores, amenazas y coacciones, siendo los detenidos los llamados Marwan Nassib E.H., alias "Marco", de nacionalidad española, de 46 años, dueño del Club New Claudine; Waldemar Juliuzs C., "Waldek", de nacionalidad polaca, de 39 años; Jovanka B., "Gina", de nacionalidad serbia, de 30 años; Piotr J.B., "Pedro", de nacionalidad polaca, de 40 años; Gisela L., alemana, de 67 años, dueña del Club Eve; Antonio S.G., de 46 años, nacido en Agüimes, dueño del Club Las Rosas y del Club Punto Rojo, y José Daniel G.B. de 40 años.
También se procedió a la detención de dos mujeres por estancia ilegal, quienes trabajaban en los citados clubes: Diana N.A., de 33 años, natural de Guinea-Bissau, y Iulia P., de 35, natural de Ucrania.
Todos los detenidos, tras la finalización de las diligencias policiales, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.
Las siete personas detenidas son los actuales propietarios de los clubes o personas relacionadas directamente con la dirección de los mismos, así como antiguos propietarios a los que aún no se les había detenido.
A los detenidos se les imputan varios presuntos delitos, tales como inducción a la prostitución (incluido a menores de edad), asociación ilícita, delito contra los derechos de los trabajadores, amenazas y coacciones, siendo los detenidos los llamados Marwan Nassib E.H., alias "Marco", de nacionalidad española, de 46 años, dueño del Club New Claudine; Waldemar Juliuzs C., "Waldek", de nacionalidad polaca, de 39 años; Jovanka B., "Gina", de nacionalidad serbia, de 30 años; Piotr J.B., "Pedro", de nacionalidad polaca, de 40 años; Gisela L., alemana, de 67 años, dueña del Club Eve; Antonio S.G., de 46 años, nacido en Agüimes, dueño del Club Las Rosas y del Club Punto Rojo, y José Daniel G.B. de 40 años.
También se procedió a la detención de dos mujeres por estancia ilegal, quienes trabajaban en los citados clubes: Diana N.A., de 33 años, natural de Guinea-Bissau, y Iulia P., de 35, natural de Ucrania.
Todos los detenidos, tras la finalización de las diligencias policiales, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.