Alejandro Dieppa León*
Cómo empezar un texto en el cual tienes que hablar de un amigo, de un hombre consecuente con su pasado, ¡ejercicio de vida el cual le recomiendo a muchos!, sobre todo a los políticos, tutores de este sistema donde, convulsamente, tratan de movernos a su antojo, donde éstos son movidos a su vez por otros intereses superiores a su antojo y así, sucesivamente, hasta llegar al culmen de esta alocada cadena ahogadora de la cordura y la razón ética, baluartes denostados en este perro mundo, con latigazos inquisidores al más puro estilo de Tomás de Torquemada, pues se sigue quemando en la hoguera, esta vez la del silencio, a los que no nos sometemos, a los que no nos arrodillaremos nunca, a los que siempre seguiremos pensado en libertad, aunque nos cosan nuestros labios...
Decía de D. Juan Martín Guerra, Juanele para nosotros, los que por encima de muchas cosas lo apreciamos y valoramos: "Su mirada sincera, su honestidad, su valor al escribir, porque hay que tener valor para reflejar en el blanco papel nuestras vivencias, y su silencio ante la adversidad, esa adversidad a la cual le gana metros sin queja, con la hombría bien entendida, no la machista..." Decía, no me importa repetirme, que "Juanele es un hombre honesto con su pasado, un pasado nada quijotesco, de niñez sencilla, de posguerra, que ha sido capaz de enfrentarse, antes que a molinos de viento, a los miedos de la verdad histórica". ¡Ay, la verdad! De su verdad en definitiva, vivencias recogidas en este magnífico libro titulado "Las tribulaciones de un gallo herido".
UUn libro presentado este pasado catorce de agosto en la Casa de la Cultura de Arinaga, a las ocho de la tarde, con la siguiente composición de mesa de izquierda a derecha, desde mi posición de espectador: Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Agüimes, la escritora Dª. Pepa Aurora, el periodista y escritor don José Luis Morales Suárez, el cual tuvo la deferencia amistosa, ¡por qué esto es amistad!, de estar en presencia aunque se hubiera sometido a una reciente operación, nada baladí, y por último, el autor de este magnífico libro, Juanele.
La presentación comenzó como casi todas, recomiendo la sigan por Este Canal, en la nueva TDT, abriendo brecha el Concejal de Cultura, representante político el cual se ha revelado ante mí como un autentico trabajador de la cultura, ¡créanme, no es lisonja!, y si me consideran exagerado consulten las propuestas de esta Concejalía durante años pasados, espero se concluya exitosamente la expresada en esta presentación, la cual tuve el placer de comentar con él, junto a la escritora canaria Dª. Carmen Herrera, cuando el acto concluyó. Un ambicioso proyecto, lo digo por lo que entraña, de recopilación de la memoria histórica del Sureste. La esperamos nosotros, los que nos interesa la verdad, aunque esta sea amarga, cruda, lacerante, incisiva, dolorosa y sacuda los cimientos de esta democracia, y hasta la de los reinos de taifas que algunos quieren implantar dentro de ella con bombas y tiros en la nuca, no para dividir, me refiero a la memoria historia porque los otros ya sabemos cómo se las gastan, sino para ahuecar el ácido acento de lo corrompido en el silencio... Ejercicio magníficamente cincelado por Juanele en este obra.
Seguidamente tomó la palabra nuestra entrañable Dª. Pepa Aurora, emblema de nuestra literatura infantil y referente de una nueva generación de escritores, la cual nos conmovió con el prólogo escrito para el libro presentado, un prólogo sin desperdicio, interesante, como todos los suyos, en el cual se resaltó palabras, expresiones y giros ya en desuso de la época... Sinceramente, recomiendo su lectura, como aperitivo de tan suculenta vianda, para después desmigajar el de don José Luis Morales Suárez, hombre curtidamente sincero, excelso en la palabra, aguerrido en sus exposiciones, el cual llevaba impresa varias hojas, las cuales no leyó, pues habló con el alma. ¡Qué menos se puede esperar de un escritor como éste! Por eso me pregunto ¿Qué pondría ese texto? Y añado..., me gustaría lo publicase en su página, para degustarlo.
Y por último, entró en juego la expresión de los asistentes, muchísimos por cierto, como todas las presentaciones de Juanele. Insisto, no dejen de ver esta interesante presentación por Este Canal, pues el debate generado en ella fue respetuoso, emotivo, lleno de matices en blanco y negro, duro en muchos casos, solidario en su mayoría, con las vivencias femeninas en la aparcería: ¡Ay!, me angustia pensar cuántas mujeres se tuvieron que bajar las bragas para poder comer, pero me angustia aún más cuantas se las están bajando hoy, en esta democracia, víctimas de esta puñetera crisis mercantilista, con casi cinco millones de parados... ¡Ay!, me angustia pensar cuantos hombres se tuvieron que tragar su orgullo, morder los labios hasta sangrar, pegar un puñetazo a la pared por no joderse la vida y doblegarse ante el patrón, pero me angustia aún más a cuantos hoy en día le sucede lo mismo, me repito, en esta democracia, para como las mujeres poder llevar sustento a sus hogares...
Quisiera para finalizar recomendar la lectura de este libro "Las tribulaciones de un gallo herido", que nunca se cuestionó el autor el compartimiento donde se anclaría su obra, ya que su único propósito fue el de escribir un libro, el cual fue calificado por éste de autobiografía novelada... como también recomiendo la de los otros escritos por Juanele y de los que vienen en camino, esperando que alguna editorial se fije en estas autoediciones, pues el autor se consolida como merecedor de un apadrinamiento a gran escala...
*Alejandro Dieppa León es poeta y escritor.
Fotografía: elarcadelospoetas.blogspot.com